Azahar

Desde que llegas a la entrada del restaurante comienza la experiencia, es como un "speakeasy", entrando por una "floristería". La atención fue maravillosa de principio a fin y la comida es de las mejores que he probado en la ciudad, todos los platos en la mesa estuvieron increíbles! Tenían de entretenimiento un músico que tocaba el violín caminando por todo el restaurante. En fin, voy a regresar porque este lugar es una gema.

excelente cómo siempre. fuimos el día de la madre y a pesar de que es un día que uno puede esperar algún “tema”, en Azahar todo fluyó perfecto. inclusive me asistieron con un pedido de flores que hice apenas esa misma Mañana y todo fue perfecto !

Excelente ambiente, servicio y sobre la comida todas las elecciones fueron deliciosas desde la entrada hasta el postre. Incluso en la despedida existió buena atención!

Recientemente visite Azahar y quedé gratamente sorprendido por la calidad de su comida, el ambiente y el servicio. Desde el principio, las entradas marcaron la pauta de una experiencia culinaria extraordinaria. El Pulpo a la Gallega estaba perfectamente cocido y sazonado, los Langostinos Azahar eran simplemente deliciosos con su toque único, y los Dumplings de Camarones resultaron ser una explosión de sabores en cada bocado. Los platos principales fueron igualmente impresionantes. El Cowboy, una carne jugosa y en su punto perfecto, deleitó mi paladar. La Langosta Termidor, cremosa y exquisitamente preparada, fue un verdadero lujo, y los Conchiglioni de costilla sorprendió con su fusión de texturas y sabores. El ambiente del restaurante es acogedor y elegante, ideal tanto para una cena romántica como para una reunión especial. El personal fue atento y profesional, asegurándose de que cada detalle estuviera cuidado. En resumen, Azahar es un lugar que combina a la perfección gastronomía de alta calidad, un entorno agradable y un servicio impecable. Sin duda, volveré pronto para repetir esta maravillosa experiencia. ¡Altamente recomendado!

Muy buena calidad en todos sus platos, lo mas espectacular son los postres. El ambiente es tranquilo y simpatico, nos sentamos fuera para almorzar. El servicio es muy bueno y atento. Las entradas de datiles muy rico, el atun sellado con chia bien, los profiteroles sin gluten estuvieron increibles, el helado de avellanas riquisimo.