A-banda

Excelente atención, de Toni y su plantel, y muy buenos entrantes, regados con vino español. El arroz, como siempre, valor seguro. Para rematar la cena unos excelentes gintonics.

Ha decir verdad, que decepcionada de mi visita a este restaurante. Llegue con altas expectativas luego de leer los reviews y tras la recomendación de una amiga, y sinceramente lo que vi y probé no tiene nada de maravilloso. Pedí unas almejas al ajillo, que llegaron a la mesa medio frías, para el precio trae muy poca cantidad y están blancas y sin sazón....fail total. Luego de un buen rato, pedí pan de la casa, que parecía pan de cualquier tiendita y no de un restaurante español. De tomar, una sangría blanca, que estaba normal! De una amiga probé la paella, que a mi criterio estaba ok, he probado mejores. El servicio algo lento, había que pedirle las cosas al salonero mas de 2 veces (fuera de orden), inclusive el agua! Cuando llego el momento de pagar hubo que hacer doble ckeck porque estaban cobrando de mas!!!

Me invitaron almorzar y me recomendaron el plato típico arroz con frijoles y mariscos que delicia. No pedí más eso fue todo pal campeón ..

Aunque reconozco que fuimos a una hora crítica y con el restaurante lleno, la atención dejó bastante que desear, con los mesoneros dedicados casi exclusivamente a los clientes asiduos, los cuales eran la inmensa mayoría. Las entradas que pedimos llegaron a los 45 minutos, con los callos y los camarones fríos, y todavía tuvimos que esperar una hora mas para que llegara la paella, lo único rescatable de la jornada. Por último, se ve de muy mal gusto que tomen la supuesta terraza como fumadero, al lado del cartel de no fumar. Tocará ir con algún asiduo a ver si así nos atienden mejor.

Adoro as tortillas de papas e me encanta el servicio. La sangría es la mejo de Panamá. No paso una semana sin comer allá.