1739 (Hotel la Compañía)

Fuimos al Santuario, desde que entras sientes las calidez del personal, todos son extremadamente atentos y la comida a pesar de que no son los platos mas extravagantes todo se sentía fresco, con buenas porciones y buen sabor.

El menú es variado y tienen algo para todo. El ambiente, aunque muy lindo, no es el más cómodo de todos. Las sillas son demasiado grandes y pesadas para cenar (son mejor para una sala), y al base de las mesas es tan grande que no te puedes sentar cómodamente. La comida estaba buena, pero considero que es caro para lo que es. Probamos el ceviche (delicioso), el dim sum (no lo recomiendo), el lomo al wok (sabroso) y un plato hindu que fue el mejor la noche. El valet parking cuesta 10 dólares entonces consideren no ir en carro… es el valet parking mas caro que conozco en casco viejo. No volvería ya que la comida no nos encanto, pero el hotel es lindo y el servicio es excelente.

Fuimos a desayunar a El Santuario y la atencion, ambiente y sobretodo la calidad del desayuno es insuperable. Probamos su desayuno continental y todo excelentemente preparado, pedimos unos French Toasts y de los mejores de la ciudad. La relacion calidad-precio es excelente.

Fui este sábado para la celebración de mi aniversario y la atención fue magnifica, hay que destacar que el restaurante 1739 tiene un diseño colonial que logra transportarte a esa época de antaño con sus paredes estilo calicanto y su bodega de vinos. Sobre la cena debo decir que todos los platos fueron excepcionales! de entrada pedimos la tabla de charcuterrie con patés que AME!, plato fuerte pedimos langosta con vegetales a la parrilla y pato con ensalada de la casa, todo delicioso. El postre por nuestro aniversario fue cortesía, el cual era un creme brulee delicioso. Sin dudarlo será un lugar donde volveremos!! Gracias Kerwin por tu magnifica atención.

Un lugar que se tiene que visitar y repetir. El ambiente totalmente fuera de serie. Tanta historia de nuestro país, y de los jesuitas en Panamá, restauración impecable, muchísimos detalles en cada rincón.Comimos en El Santuario. De entrada las carimañolas rellenas de pato y la ropa vieja deliciosas. De lejos vimos el dim sum y los langostinos, serán para la próxima visita. Pollo tandoori perfecto...jajaja la próxima el cordero. Risotto de hongos y tornados de filete de res espectacular. Pudin de Sticky Toffee de postre fue el ganador. Todos super atentos, incluyendo al dueño, Chris, quien siempre muy pendiente de todos los comensales. Los felicito...