No hay nada mas desagradable que ir a un lugar y que tengan un menú que es variado y que te digan que no tienen platos disponibles. Fuimos domingo a las 10:30 am y ya a esa hora no tenían algo básico como tortillas de maíz y tampoco tenían el tasajo de puerco. Nos ofrecieron arepas y estaban aguadas y simples. Fuimos a esta sucursal luego de haber tenido una buena experiencia en la sucursal del cangrejo pero en Costa del Este es decepcionante.

Excelente opción de comida española tienen platos insignia así como platos propios del chef. El Servicio fue rápido, agradable y eficiente.

La experiencia inicia desde que llegas y aprecias la vista de este hermoso restaurante. Los meseros son extremadamente atentos y están pendientes de cada detalle y la comida es simplemente deliciosa, vegetales frescos, carnes de buena calidad y pasta exquisita! sobre todo el Risotto. Recomendado.

Ni siquiera pierdan el tiempo, restaurante completamente sobrevalorado en todos los sentidos. Comida mediocre y cara. En cuanto a la funcionalidad, deja mucho que desear, mesas muy altas y sillas muy bajas que hacen difícil alcanzar los platos para servirte. El lugar es muy ruidoso, casi imposible escuchar a las otras personas en nuestra mesa. Mucho show de auriculares de los meseros para comunicarse pero aun cuando no estaban llenos demoran en atender y la comida demoró en salir.

Es un restaurante gourmet de estilo panameño con toques distintos. El ambiente es muy relajado y con buena música. El servicio no es malo pero podría mejorar considerando que el lugar siempre está lleno y los meseros no llegan con tanta frecuencia. De la comida: El Pho es agua con sabor. El pollo frito está muy condimentado y estaba un poco pasado del punto de frito. La tortilla con queso y el side del puerco y el carpaccio de Yuca están buenísimos y el guachito de panza está excelente!

Realmente queríamos que fuera una buena experiencia por lo bien que nos habían hablado del lugar pero lamentablemente si van, vayan con mucha paciencia, fuimos sábado al medio día y no era un fin de nada importante y si bien la comida no estaba mal, demoró mas de una hora en llegar a la mesa por lo que no comimos con calma para disfrutar si no al apuro del hambre que ya teníamos de tanto esperar. Si van a ir, consideren ir en horas que no vaya todo el mundo a comer porque realmente para tener tantas mesas, no se dan abasto.

Excelente ambiente para pasar una tarde con amigos o en pareja y los saloneros son muy atentos. Pedimos varias entradas para compartir y aun cuando no son porciones tan sustanciales, todo estaba muy rico.

La variedad de platos complica la decisión porque todo lo que describen se ve muy bien. De todo lo que pedimos podemos principalmente resaltar los dátiles y las berenjenas que estaban super ricas. A pesar de que el restaurante estaba lleno la atención fue rápida y agradable.

Cada plato que probamos fue mejor que el anterior, todo se sentía fresco y los sabores estaban en su punto. El ribeye en pibil es delicioso y es muy buena porción.

Fuimos al Santuario, desde que entras sientes las calidez del personal, todos son extremadamente atentos y la comida a pesar de que no son los platos mas extravagantes todo se sentía fresco, con buenas porciones y buen sabor.