Donde Giselle

Me encanto el lugar un ambiente tipico con toques gourmet. La comida muy rica y la sangria blanca super recomendada.

Han renovado el menú, desde la última vez que fui, y está mucho más variado. Además los sabores y la presentación de los diferentes platos ha mejorado mucho.

El servicio desde el momento que llegamos fue pésimo. El supervisor es una persona que no tiene una pizca de tacto para con los clientes y no soluciona nada, solo da excusas. Tuvimos que esperar por mesas que estaban vacías y al llegar conocidos del supervisor, los paso primero que a nosotros. La comida es muy buena, pero los precios exagerados. No tienen agua y solo te ofrecen una botella de agua que cuesta $7, lo cual me parece absurdo, teniendo la opción de poder servir un vaso de agua. La experiencia en atenciones pésima y opaca la gastronómica. Fuimos a otros restaurante en boquete y el servicio fue totalmente diferente y muy bueno. No recomendaría este lugar si buscas comer comida autóctona de la zona.

La comida es muy deliciosa sí, sin embargo, el servicio es paupérrimo. Llegué con mi grupo de amigos y nos dijeron que teníamos esperar porque no tenían mesa, y esperamos (importante mencionar que habían muchas mesas reservadas, aún cuando nos dijeron que no se podía hacer reserva), pero llegaron otras personas sin reserva y los pasaron por delante por ser conocidos del supervisor, el cual dicho sea de paso no debería estar al frente de ningún servicio al cliente. Luego, no te ofrecen agua, obligándote a comprar, y qué decir de la lentitud al atender, simplemente no lo vale, otros lugares también ofrecen buena comida y estos sí vienen acompañado de una excelente experiencia. No regresamos más.

La comida en general estuvo buena. Tienen propuesta de comida panameña tipo fusión. Las pizzas son en horno de leña. El sancocho de entrada está muy buena. De los platos fuertes el salmón fue el mejor