me lleve una decepción. este restaurante siempre ha sido uno de mis favoritos por su comida y ambiente. no se si fue coincidencia o si están haciendo remodelaciones. pero ahora se come donde era el bar y colocaron mesas en la vereda hacia la calle. los saloneros no nos atendieron hasta llamarlos 3 veces y la corvina estaba sobre cocida. Pedí un vino Amelia Sauvignon Blanc y lo tuve que devolver porque estaba oxidado. por último, apareció un piedrero a pedirnos plata mientras se alzaba la camisa para mostrarnos su estómago herido y como no había saloneros cerca, fue un poco incómodo. no se si vuelva. y me da mucha pena.

esta bien, es un restaurante tradicional, no excelente pero es una buena opción para pasar un rato agradable, buen ambiente.

Fui por desayuno y salí encantada sobre todo por el servicio. Esos si que son detalles que convencen. la sonrisa de los saloneros, la prontitud en la atención y la disposición a atender lo que uno pregunta me enamoraron del lugar. En cuanto a la comida no tengo mucho que decir. era desayuno, las opciones son conocidas, nada nuevo. pero definitivamente que vuelvo por el buen trato que recibí.

Para mi Zk es como dicen en Panamá “la vieja confiable” 😄 significa que voy a lo seguro, siempre encontrare buena comida, bien ambiente, buen servicio. Así que es una garantía para cualquier invitación.

Es la segunda vez que vamos y salimos satisfechos, con una buena sensación. La atención es muy agradable, pedimos cambio de mesa por el aire y nos respondieron cordialmente, el ceviche de mariscos es delicioso! yo pedí risoto de mariscos y no me arrepiento, tiene un pequeño toque de naranja dulce que no lo puedo describir pero que hace un deleite al paladar. Volveremos.

El ambiente estupendo!, el contraste vintage de la terraza con la música contemporánea hace una fusión encantadora y super agradable para pasar con amigos o en pareja. La comida estuvo muy buena, la entrada de pato deliciosa! seguro regreso!

De verdad que me llevé una grata sorpresa, visto desde afuera no le di mucho crédito, no había autos, solo se veía una mesa ocupada, dudé mucho en entrar, pero mi esposo me insistió en que le diésemos una oportunidad dados los comentarios que tenía en la página de Degusta. Nos arriesgamos y creo que ha sido una de las mejores decisiones en comida. Estupendo! el pulpo a la provenzal y el atún tartare de entrada exquisitos, yo pedí luego un plato de langostinos sobre una cama de cuscús que me dejó con la mejor sensación en el paladar desde hace mucho. Mi esposo pidió una entraña que estuvo espectacular. Lo acompañamos con una sangría que no tiene nada fuera de lo normal pero que cayó bien. Seguro volveremos.

Muy buena elección de platos por parte del chef para la recomendación de san Valentín. Una verdadera explosión de sabores. Desde la entrada hasta la salida. El pato magrete súper recomendado, seguro volvemos.

Vine en familia a probar y hemos salido gratamente impresionados. La comida es deliciosa, todo lo que pedimos estuvo muy rico, desde el jugo de naranja, es de naranjas exprimidas, no sintético, el ceviche de concha que no es usual encontrarlo, delicioso! Súper recomendado, pedí empanadas de verdes, locro de papa, definitivamente volveremos. Me encanta que haya opción ecuatoriana tan buena en Panamá.

Para ser un restaurante que dice ser de Gastón Acurio, dejó mucho que desear, honestamente dudo que sea de él. Cuando le pregunté al mesero si era del Chef Gastón, no me miró a la cara y respondió un si evasivo, lo que me dejó con duda. En todo caso, decidimos probar, no había nadie en todo el restaurante, fuimos los únicos en TODA la noche, eso debió darme una señal, pero insistí porque soy amante de la comida peruana. La comida estuvo muy simple para mí, según mi esposo dijo que estuvo pésima, de hecho no terminó su plato: El Chaufa Aeropuerto, tenía el arroz duro los mariscos sin sabor, parecía arroz guardado y tenia muchos huesitos de pollo, el ají de gallina que pedí yo, regular, parecería comida de salón. La carta de vinos es muy pobre, las opciones son pocas. El servicio regular, tuve que indicar al salonero que retire los platos antes de servir otros. El ambiente se ve agradable pero hace muchísimo frío en el área interna, imposible de aguantar, el salonero dijo que no puede bajar el frío así que nos mudamos a una mesa afuera, total no había nadie más. Tal vez la cuenta es lo mejor porque fuimos entre 4 personas y con vino salió la cuenta alrededor de 90.00 así que por la mala experiencia, no fue tanto el precio. No vuelvo ni lo recomiendo jamás. Me da pena porque hace falta más opciones en Costa del Este.