La comida estuvo buena pero no espectacular. Las croquetas de bacalao negro, iguales en sabor que muchas más económicas en otros lugares; la lasaña de carne estuvo regular, con una presentación diferente pero que no aportó al sabor, y los ravioles de espinoca con ricotta, buenos. De postre un tiramizu, bueno. Estimo que, por ahora, los precios no respaldan la calidad. La vista desde la terraza, preciosa, pero mejor de noche. De día, calor. Un detalle que no me gustó fue que tuve que pedir dos veces el descuento de jubilado. El servicio y la atención si estuvieron muy buenos.

Excelente restaurante. La comida estuvo exquisita: Una empanada rellena de queso feta con miel y pistachio; un par de chorizos griegos con pan pita, papas y ensalada y un pulpo en una salsa con vino y especias acompañado de arroz con vegetales. De postre, un yogur griego con miel y pistacho que estuvo delicioso. Tienen una carta de vinos griegos muy buena. El lugar es muy acogedor, hay suficiente estacionamiento y el ambiente, especialmente en el segundo piso para eventos, está decorado con muy buen gusto, con una vajilla preciosa. Es una de esas mansiones del Bella Vista pretérito que vale la pena ver.

La comida es excelente y el ambiente agradable. Me encanta la sopa de zapallo y el wrap de salmón ahumado. Lo complemento con una ensalada de palmito y una bebida de almendra o avena, o un té. No puedo tomar café, pero cuando pruebo, es siempre una experiencia especial por el aroma y los sabores y texturas.

Café Bilal en Multiplaza es una de mis opciones favoritas. La comida ha sido consistentemente excelente y prefiero picar de varias entradas: El Humus con pan pita, fresco y recién horneado, Sambusek de queso, Falafel, ensalada Fatush. La sopa de pollo es deliciosa y muy reconfortante y una copa de vino libanes o un té negro con yerbabuena complementan elegantemente. De postre, la noche libanesa, que es el postre de la casa o un baklava ofrecen un placer sibarita digno de repetirse una y otra vez.

La comida, el servicio y, sobretodo, el ambiente de la terraza (aunque adentro, en el comedor, es muy acogedor también), hacen de la experiencia algo muy placentero. El vino de la casa, un Ribera del Duero con 6 meses en barrica, es muy bueno y excelente para degustar con las tapas. Es una experiencia digna de repetirse con amigos y familia.

Excelente experiencia en un ambiente agradable y refinado. La degustación de dim sum ofrece 7 piezas y permite saborear diversas opciones. El sushi con camarones tempurizados estuvo exquisito al igual que los Mandarin noodles. Las bolas de pollo y especias muy buenas. Acompañamos con una copa de Catena Chardonnay la cual complementó con buena nota el maridaje. El sorbete de coco estuvo muy bueno. Nota: Sugiero que tengan más opciones de vinos por copa y a precios más accesibles.

Excelente comida y servicio. La ensalada de pulpo al grill muy buena. El risotto de hongos y los raviolis de mozzarella, ricotta y espinaca fueron excepcionalmente deliciosos. El pie de limón bueno. La carta de vinos buena y con precios razonables. Laidy nos atendió muy amablemente y siempre resolviendo. Regresaré.

Excelente y bastante auténtica comida española. El pulpo a la gallega muy bueno; las alcachofas estofadas con gambas, deliciosas, ambos platos combinando de manera excelsa con el pan gallego y el buen vino de la casa a un precio muy razonable. Los espárragos trigueros en tempura muy buenos. El postre una Tarta De Santiago riquísima. La atención personalizada del chef que recomienda platos y vinos con el interés de ofrecernos lo mejor, marca la diferencia y propicia una experiencia enriquecedora.

Una excelente experiencia culinaria de la mano de su talentosa y jóven chef quien siempre estuvo presente para explicarnos cada uno de los platos. Las entradas: una creativa version de lengua sobre crostini de arroz y una ensalada con un aderezo delicado y exquisito. De platos principales, una caldereta de langostinos sobre cama de frijoles y unos raviolis de gallina de patio, ambos sublimes y delicados. La carta de vinos excepcionalmente buena, variada y muy bien pensada. El servicio excelente. Por cierto, recomiendo sus panes artesanales, particularmente el de naranja, delicioso.

Las entradas, en particular la morcilla, los chorizos parrilleros vegetarianos y de puerco, las empanadas estuvieron insuperables. Las carnes y el pescado de alta calidad. Los meseros son muy atentos y enfocados en resolver, aun cuando haya ninos en el grupo. Tienen precios razonables y una excelente seleccion de vinos por botella y 4-5 opciones por copa en tintos y blancos. No es in restaurante barato pero la calidad y el servicio hacen que valga la pena la visita.