Pequeño restaurante (muy pequeño, por lo que es preferible reservar) establecido en una casita. Ofrece una carta bastante cortita con platos platos deliciosos y que mezcla una interesante variedad de sabores. La atención muy buena, el chef nos ofreció algún postre para probar a parte de los que habíamos pedido y se acercó a saludarnos. Impresionante los churros de yuca con ropa vieja, la mejor que he probado en Panamá hasta ahora, y muy interesante el helado de nance que nos dieron a degustar.

Muy buena experiencia la que ofrece este restaurante colombiano, al menos para mí que nunca he estado en Colombia aun y que no había probado su gastronomía. Las cantidades son exageradas y la comida es buena y las decoración del restaurante acompaña la temática de la comida.

El restaurante está ubicado dentro del hotel. La verdad es que me gustó bastante, la decoración y el ambiente, el servicio buenísimo, el mesero nos explicó todo lo que le preguntamos y nos trató con mucha amabilidad. Todo muy bueno, aunque la carne la pedimos en termino medio y nos la pusieron muy hecha... jum! Aunque quiero volver, en concreto al bruch

La verdad es que siempre he ordenado en este restaurante para llevar, por lo que no puedo evaluar demasiado bien el ambiente y el servicio, pero la verdad, que tras darle varias oportunidades, no me gusta nada su comida, a parte de que no es buena, no está fresca, en concreto los camarones. Como amante del sushi descarto este lugar para ir a disfrutar de este tipo de comida.

La verdad que después de ir a la sucursal de San Francisco, este me pareció que le faltan muchos detalles que pulir a pesar de llevar más tiempo. El servicio no me gustó mucho, estábamos esperando que nos atendiesen y ellos estaban allí charlando, y a pesar de que lo llamamos, nos decían que esperáramos. Para que nos trajeran la comida también tardaron bastante y eso que no había mucha gente.

Me habían recomendado este restaurante de comida china, y fui a probar... la verdad que es el primer restaurante chino al que voy en América, y me sorprendió que aunque con los mismos nombres más o menos las recetas son muy diferentes a las de los restaurantes chinos europeos. Es bastante grande y te sirven rapidito, aunque no cuidan nada los detalles. El establecimiento está un poco cuidado, pero para los amantes de la comida china puede ser una opción que probar y ya luego opinar por ellos mismos.

Como amante del sushi quise probar este nuevo restaurante. La experiencia no fue muy buena, la verdad. Llegue´y me gustó la decoración, moderna e innovadora. La música estaba demasiado alta, no que no te permitía casi conversar y menos hablar por teléfono cómodamente. Los meseros no te daban tiempo para leer la carta, muy insistentes, vinieron como 4 diferentes a preguntarme si me explicaban la carta o me aconsejaban, y a pesar de pedirle que me dieran un momento para ver y decidir, fue imposible que no estuvieran encima preguntándote que te apetecía y que le dijeras para ellos ayudarte. Más que ayuda era bastante incómodo e irritante. La comida tampoco me gustó mucho, tenía poco sabor, demasiado simple y no muy buena. En conclusión, no creo que vuelva, pero sí que aconsejo que cambien un poco el trato de los meseros hacia el cliente.

Fuimos anoche tres parejas a cenar porque me lo habían recomendado. Tenía bastante buenas expectativas de este lugar, pero la verdad es que no me agradó mucho. La comida estaba buena, pero nada de otro mundo. Los hongos portobelos rellenos un poco insípidos, y las pizzas estaban buenas pero no para chuparse los dedos ni nada de eso. Se demoraron bastante en atendernos, y mucho más en traernos las bebidas, y aun más en traernos un poco de agua. A media comida pedimos un poco de pan para acompañar los platos y nos trajeron el entrante de la casa (muy bueno) pero si no lo pedimos ni nos lo ponen, a pesar de la larga espera. Eso hizo más ameno el largo tiempo desde que nos terminamos los entrantes hasta que vinieron los platos principales.

Estaba deseando ir a este restaurante, y la verdad es que fue una buena experiencia. La atención y el servicio muy buenos, ponen mientras esperas la orden un pan acompañado con mantequilla de limón, muy original y rica. La comida también deliciosa, cuidando la presentación y los pequeños detalles. Me quedé con las ganas de probar sus postres, pero volveré.

Una buena opción para comer fuera de casa algo saludable, sencillo y rapidito. Tienen comidas preparadas para llevar en un refrigerador o puedes pedir lo que quieras para llevar o comer allí. Son ensaladas, emparedados, wraps y sopas nada extrabagantes, sino de andar por casa. También tienen batidos y jugos, y algunas cositas dulces.