Hace unas semanas pedimos comida por teléfono. Nada del otro mundo: cuatro emparedados de pechuga de pollo. Adicionalmente, alitas con sus salsas separadas. La cuenta se pagaría con tarjeta de crédito La llamada fue a las 6:15 p.m. y nos dijeron que en 20 minutos llegarían. Pasó los primeros 45 minutos y no llegaban. Llamamos y dijeron que el conductor estaba en el área. Pasaron 15 minutos. Hablamos en conferencia diferida con el dependiente, que a su vez, iba repitiendo al motorizado. Pasó una hora y media. Llamamos. Nada pasó. Salí y vi a la distancia que el motorizado, llegaba a una esquina y tomaba otra dirección. Llamé otra vez y le dije al dependiente que llamara al repartidor para pedirle que llegara a esa esquina y que yo le haría señas. Dos horas y media después la comida fue entregada. Estaba fría. El motorizado dijo que no me podía cobrar porque no tenía el punto de venta. Y pregunté que cómo íbamos a hacer y me dijo que a las 9 de la noche, cuando cerraran, mandarían a otro motorizado. Yo les dije que no vivía en el lugar y que tenía que irme. El motorizado no tenía saldo. Así que presté mi celular. El motorizado le dijo que no tenía punto de venta y la gerente le dijo que no se moviera del lugar que después el cliente se hace el loco. La alcance escuchar porque estaba en speakerphone. Increpé y ella cerró. Me pareció una falta de respeto. Por supuesto, reuní el dinero de la cuenta y lo pagué en efectivo. Dos aprendizajes para el restaurante; No pongas a personal extranjero-presumiblemente dominicano-, a tomar pedidos ni direcciones. No pongas al repartidor extranjero, se infiere colombiano, a repartir. El dominicano decía que la casa era la 17 y por esa razón siempre el motorizado llegaba a la esquina y tomaba otro rumbo. En realidad, la calle era la 17. Como el motorizado era extranjero, no relacionaba que las casas cerca de la 17 estaban a unos metros del mall. Sobre la comida, llegó con las salsas bañadas y en vez de pechuga mandaron deditos crispies de pollo. El dependiente del teléfono se ponchó de tanto repetir la promoción de pollo crispy y nos lo mandó.