Siete Mares

Fuimos a cenar, excelente atencion, lugar muy tradicional. Todas las entradas y platos de fondo han llenado las expectatvas. Resalto el risotto de calamar con langosta. El ambiente es acogedor acompañado de musica en vivo de un pianista. Tiene valet parking. Totalmente recomendado. Volveremos.

Ambiente muy bueno, la atencion magnifica, la variedad del menu, todo muy delicioso. Variedad de vinos para escoger . Tiene parqueadero propio.

Lastimosamente después de muchos años de no visitar este restaurante me encontré que el recuerdo que tenia era mejor que la realidad. Todos los platos que pedimos tanto de entrada como plato fuerte estaban bien nada excepcional ni siquiera decir muy buenos. Siento que en cuanto a sazón se han quedado con las misma recetas de muchos años lo cual no te ofrece una experiencia culinaria acorde con estos tiempos en los cuales hay muchas opciones de mariscos con mucho sabor y sus acompañamientos son bastante flojos. Langostinos un sabor medio bueno la parihuela igual y el mero un poquito mejor. El pulpo de entrada nada especial las almejas un poco mejor pero ninguno de esos platos me inspiran a comerlos nuevamente.

Esl ambiente en Siete Mares es muy agradable con la música del piano que pone una nota romántica en la cena. La guabina coronada exquisita lo mismo que el cebiche frito. La atención del personal impecable como siempre.

Es uno de los restaurantes que han mantenido la calidad de su comida y atención desde hace más de 20 años. Un lugar agradable y romántico cuando tienen al pianista tocando. Les recomiendo el ceviche frito, la paella y el tres leche de Baileys. Rico