Siete Mares

Tenia mucho tiempo de no ir a este restaurante clásico de la ciudad y estuve muy complacida de ver que no ha cambiado nada. La comida, servicio y ambiente son excelentes. Ni una queja. Disfruté de entrada unos hongos al ajillo, seguidos de langosta y langostinos en salsa de jerez, de postre una delicia de coco y una rica sangria para acompañar. Todo, todo estuvo riquisimísimo! Lo recomiendo con los ojos cerrados y yo, no dejaré que pase tanto tiempo para volver a degustar sus manjares y disfrutar de su buen ambiente

El lugar es muy bonito, supero la expectativas que llevábamos, el lugar tiene un ambiente acogedor, música de piano en vivo, meseros atentos y con conocimiento de ingredientes en cada uno de los platos. Tiene un menu de vinos bastante variado, como entrada pedimos unas berenjenas con langosta deliciosas, una langosta terminó y un salmón delicioso, muy recomendado! Excelente lugar!

Este lugar se quedó en 1999. Bien mantenido y con buen ambiente. Cocina poco creativa pero consistente. Para llevar a los hijos adolescentes y enseñarles como era Panamá hace 20 años!

A mi juicio el mejor restaurante de Panama..Es un restaurante con años de experiencia y que aun se mantiene con el mejor menu, calidad y proporción de precio vs plato servido. la atencion es de primera y el ambiente con la musica de piano invita a una cena relajada Recomendado al 100%

Comida deliciosa en general, bien preparada y bien presentada; lo único que no nos gustó es que el pan de ajo estaba algo seco y esto de alguna forma resta sabor al ajo. Los meseros recomendaron unos platos que decían estaban en la carta, y en realidad no estaban y uno de ellos comentó que no sabía que habían cambiado la carta; deja mucho que decir. Al final ese plato que no estaba incluido en la carta, fue el que la mayoría pidió y estaba delicioso, pero si no preguntábamos, no hubiesemos sabido que existe. ¿Para qué dejar platos recomendados fuera de la carta? Queríamos paella y nos dijeron demora 1 hora; que en ese caso debíamos haber llamado antes de la hora de reserva y pedirla para que la fueran preparando (pero no todo el mundo sabe esto o sabe que querrá paella igual después de leer el menú completo). En fin, queda de experiencia para cuando se quiera paella. Ya he ido a este restaurante, pero no había pedido la paella por lo que desconocía que tenía que hacer esa gestión previo a la llegada o sacrificarme esperando una hora. En general la atención muy buena, tienen un pianista en vivo para ambientar, pero siento de alguna forma que el restaurante requiere renovación, ambiente cálido pero no invita tanto.