La decoración, iluminación, música y vestimenta del personal crean un ambiente que te transporta al pasado de una forma, que a algunos, hasta les puede llegar a sacar un suspiro de nostalgia.
Desde el inicio la experiencia de servicio fue excepcional, las chicas fueron super amables, conocen a la perfección el menú y los ingredientes de cada platillo.
Esta fue mi primera visita y entré en busca de un postre, ya que se rumora que tienen los mejores batidos de la ciudad. Efectivamente el batido de vainilla con malteada fue todo un éxito, al punto que casi crea un conflicto familiar en la mesa =o).
Mientras pedía los batidos, vi pasar un plato de nachos con carne y se me antojó pedir uno para probarlo.
El tiempo de entrega de los nachos y batidos fue realmente corto y ambos resaltaban por su hermosa presentación.
Algo que pienso que podrían mejorar es el mix de olores del local. Probablemente no cuentan con un sistema de extracción eficiente, ya que al ingresar recibes una mezcla de olor a pollo asado y maíz frito que no resulta muy agradable, y menos si lo que estás buscando es un delicioso postre.
Este es un lugar al que definitivamente regresaré nuevamente para probar algunos de sus platos fuertes.
