Perú Chicken (Obarrio)

Siempre voy a Perú Chicken a comer pollo a la brasa pero la última vez vi que habían agregado sopa wantan al menú y decidí probarla. LA PEOR EXPERIENCIA, es una sopa con pollo y salsa de soya, nada de parecido con la sopa wantan. Cero recomendada 👎🏻

Nada bueno QIE decir de este sitio. El pollo que supuestamente es su especialidad, salado y no aportaba nada especial a mi paladar. Los saloneros muy mala atención , cero recomendación, cero asesoramiento, ni pendientes de la mesa y nunca me trajeron agua. Los acompañamientos, todo menos estilo peruano. Las salsas que te sirven supuestamente peruanas, para que tengas una idea, una era Ketchup. Mucho dinero para comer un Vulgar Bollo Asado. Definitivamente no regreso a este sitio, demasiadas cosas que mejorar.

La comida esta buena pero puede mejorar, el ambiente es cómodo y limpio el servicio es muy bueno, la comida es servida a una muy buena velocidad!

el restaurante realmente no parece lo que es, desde afuera parece un lugar normal pero entras y es lindisimo, buen ambiente, música y videos de Perú, la comida me pareció excelente y fui con un amigo Peruano que me dice que le parece lo mejor que ha probado en gastronomía peruana en Panamá, los precios están bien, las órdenes tienen buen tamaño y buena presentación. La atención me pareció de regular a mala, me enoja el estar teniendo que llamar para que me limpien la mesa, me ofrezcan más bebida o pongan hielo, si corrigieron eso sería un espectáculo.

El restaurante está en remodelación. La comida que ordené fue un pollo a la brasa con papas fritas, el cual se sentía un tanto seco y falta de la sazón que caracteriza el pollo peruano. Las papas estaban tan bien hechas que me recordaron a las que probé en cierto restaurante muy famoso en el área de Miraflores, Lima y las salsas acompañaban bien, así como el chimichurri con el pollo. La chicha morada estaba más dulce de lo esperado pero muy rica y refrescante. El verdadero punto a mejorar es la atención ya que tuve que ir yo mismo a tomar dos cartas de menú a una mesa donde habían dos saloneras conversando y ninguna se acercó en 15 minutos, además que una de ellas parecía molesta cuando le pedí que las bebidas vinieran con la comida y no antes como venía trayendo. Además, tienen una mencionada variedad de bebidas alcohólicas pero carecen de carta de bebidas, algo que desmotivó a mi acompañante de pedir un cóctel.