La verdad es que la primera vez que fue, lo hice llena de motivos y guiada por las referencias de los usuarios, y además porque siempre ando en la búsqueda de lugares parecidos a este donde pasar en las tardes a tomar un café, un té o una bebida y comerse un dulce o una empanada. Lamentablemente la primera vez me fue más o menos y la segunda y tercera (que fue la última) me fue fatal!
La primera vez que fui lo hice con dos amigas, pedimos café, soda, mamallena, y unas empanadas que estaban riquisimas. La atención no fue muy buena, ya que el lugar es pequeño, solo hay una señora que atiende y está como agobiada por la cantidad de personas que atender y no es muy amable. Pero como lo que pedimos estaba rico, decidimos volver.
La segunda vez que pasamos volvimos con la ilusión de las empanaditas, pero no había, solo había dulces con chocolate y pocas opciones, no tenían pan y no había sodas frías. Al igual que nosotros llegaron otros clientes preguntando por ciertos productos y la señora les dijo que no estaban haciendo nada, solo dulces de navidad y por pedido, así que de nada de lo otro iba a haber. Así que nos fuimos. Esto me pareció el colmo, porque que lugar que brinde servicio de comida tiene esta respuesta.
Intenté darle otra oportunidad y volví nuevamente. Pregunté por las empanadas, adivinen, no había, pan tampoco. Iba a pedir una café y una soda con un dulce, pero en eso llegaron otros clientes que preguntaron por los emparedados y ensaladas que estaban en el menú y la señora les dijo que ella no sabía de eso, que ya no los hacían porque nadie los pedía, los clientes se fueron y nosotros también. En lo personal no volveré, no por la comida, porque se ve buena, sino por la atención, ya que uno siente que molestá e incomoda a la señora y la verdad es que para mí salir a comer es relajante y para pasar un buen rato, no para salir de mal humor porque no hay nada para pedir.
