Un lugarcito pequeño, escondido en Vía Argentina, atención por redes sociales al 100! Pedí hacer una reserva y me respondieron de inmediato. Al llegar al lugar estaba lleno pero de una vez me sentaron en la mesa reservada. Pasaron como 10 minutos y tuve que pedir que me atendieran porque al parecer no existía, cuando pido, trato de ser amable y que la chica me recomiende algo bueno de comer pero sus respuestas son cortantes, frías y de mala gana. Cuando me toma el pedido, se retira y a los minutos la llamo de nuevo para preguntarle si tienen alguna bebida con alcohol, después de todo es un BRUNCH, a lo que me dice que no y que solo tiene un café con amaretto.
Llega la comida y le damos las gracias y demás. 0 respuesta de ella.
Pedimos un Croissant Criminal y un Derretido Fancy, dos cappuccinos y un jugo de naranja.
Las porciones son increíbles, buenísimas, muy colorido el plato, en cuanto a sabor no hay queja alguna. Tienen los platos compraditos!! Súper recomendados sin embargo la atención, hace que no vaya a venir mas al local.
A ambas chicas que atienden les falta un MUNDO por aprender en cuanto a Servicio al Cliente. Lamentable.
