Maito

Ayer fuimos a cenar mi familia y yo. Es la primera vez que vamos al restaurante y quedamos encantados con todo, sobre todo con la comida. El tema del restaurante se puede ver en todo, la comida, decoración, etc. El ambiente es muy agradable, minimalista y con buen gusto. El servicio es muy bueno, super atento y eficiente. Pero la estrella fue la comida. Pedimos de entrada el carpaccio de entraña y estuvo fenomenal; super bien cortado y el sabor buenísimo. De entrada pedimos cazuela de mariscos con falso tamal, calamares rellenos con risotto de concha y raviolis de hongos en salsa de manchego y hongos. Todos estuvieron excelente, deliciosos, espectaculares! Yo creo que nunca había probado un risotto tan delicioso, los hongos super frescos y riquísimos y rara vez como en un restaurante el mariscos cocinado en el punto correcto, a la perfección. Definitivamente regreso y recomiendo este lugar, d verdad que aunque es un poco más caro que lo normal de un restaurante, vale la pena por lo excelente que es la comida.

Volví ahora que esta catalogado como uno de los mejores restaurantes de Latinoamerica. Mi plato favorito fue el chow mein de pato y para tomar recomiendo el Pipa Maito que no está en el menu pero esta delicioso.

Al grupo le gusto, para mí fue regular, no me impactó.

Probamos el menú degustación, basado en pescado y fue excelente. Todos los ingredientes y platos basados en la cocina panameña.

Excelente restaurante. Teníamos tiempo queriendo ir y la espera y la expectación creada en este tiempo, estuvo a la altura de la calidad del restaurante. La relación calidad-precio de los platos estuvo perfecta. Ordenamos el spicy tuna de entrante, que venía acompañado de una salsa de aguacate bien rica. Las esferificaciones de picante nos confudieron con huevas de algún pescado. Los platos fuerte fueron aún mejores, espalda de cordero y filete. Debo indicar que mi filete fue uno de los mejores pedazos de carne que he comido en mucho tiempo. Para finalizar esa espectacular cena, cerramos con un pie de limón que venía acompañado con merengue relleno de frutos rojos. Tuvimos suerte también en el Malbec de Mendoza que ordenamos y salió muy bien, maridando bien con nuestros platos. Finalmente salió una cuenta alta pero valió la pena. El único pero fue que tenían el aire demasiado fuerte. Servicio y atención de muy alta calidad.