Maito

Para ser un restaurante tan recomendado le falta mucho, el lugar es muy bonito, hasta pintoresco diría, muy cómodo, estaba lleno, las entradas muy ricas pero las sirvieron tibias, se enfrían enseguida con el aire acondicionado y los abanicos, no ahorran energía. Los platos fuertes nada que ver, los calamares con risotto negro y el pato a la naranja, los 2 platos me decepcionaron, no eran malos pero tampoco nada fueron lo común que vería en un rest de menos renombre. El servicio no fue malo pero tampoco bueno, no estaban pendiente de la mesa, no fueron ni amigables, cordiales. El postre nada que ver, compran los dulces y los arman ahí, nada fresco ni original. La presentación de sus platos nada original, pensé había nuevas ideas, creatividad.

Comida muy decente, buen servicio, recomendable para cenas. Hay que renovar menú y ampliarlo, los postres aún que muy ricos carecen de presentación. En general fue una buena cena.

Como siempre Maito, muy, muy bueno! Esta vez probamos el menú degustación y fue espectacular, una combinación de platos y sabores increible. Sin duda uno de los mejores de Latinoamérica.

Es uno de mis favoritos. La comida es excelente. Me encanta el ceviche frito, la entraña, los calamares rellenos de risotto negro, el tiramisu. Todo lo que hemos pedido nos ha encantado. Recomiendo reservar porqe tanto para el almuerzo como para la cena siempre estan bastante llenos.

El servicio estuvo impecable, el muchacho que nos atendió estuvo muy atento a nuestras preguntas y requisitos, además de que los platos llegaron bastante rápido. Quizás por tenerte muy altas expectativas o quizás por cuestión de gustos la comida no me impresionó tanto como pensé, sin embargo la entrada de carimañola con pixvae y tasajo estuvo muy muy rica y el helado de banana me sorprendió positivamente. La salsa criolla tenía un sabor peculiar que no me terminó de gustar y la salsa del chupe, aunque muy sabrosa, la sentí un poquito picante.