Maito

Muy bonito diseño interior, la comida es deliciosa y con muy buena presentación en cada uno de los platos; buena música de fondo y ambiente sobrio para cenar

Comida con un toque panameño/Gourmet. Probé el sancocho a la leña y las changas de ternera de entrada. De plato fuerte un cochinillo que era parte del menú del día, delicioso. Pero el tamal fue lo mejor de todo. Recomendado.

Yo soy fanático de salir a comer afuera, me encanta la gastronomía. En Panamá y en cualquier parte del mundo voy varias veces a la semana a cenar a algún restaurante. Maito es en mi opinión el mejor restaurante en Panamá en todos los sentidos. Ir a comer a Maito es una experiencia. El ambiente es espectacular, una casa súper bonita.. La decoración es de primera, muy buen gusto. El servicio es perfecto, los meseros son muy atentos las hostess está pendiente de que atiendan bien a todos los clientes. Un amigo no pudo comer nada por problemas de acides (que no tuvieron nada que ver con el restaurante) y nos dieron la cena gratis con botella de vino incluido y todo. Hasta nos regalaron unas galletas antes de irnos. La comida es lo mejor de lo mejor. Cada plato es un carnaval de sabores. El "Dos Meros" es excelente al igual que el Sashimi de Tuna. De plato fuerte probé los raviolis de hongos hechos en casa que son de los mejores raviolis que he probado en mi vida. También probé una tuna muy buena y un salmón. TODO EL MUNDO TIENE QUE COMER EN ESTE LUGAR!

Maito nunca decepciona. Esta vez con invitados de otro país, como siempre salen encantados. No dejen de pedir el plato estrella: Chow Mein de Pato. Esta vez ademas probamos un corte de mero espectacular en salsa chombasia. Y de postre las fesas con crema que suenan como algo común pero que de común no tienen nada. A otro nivel!

Maito es un clasico, su menu nunca te desiluciona. Fue un almuerzo con amigos, las croquetas de la abuela y las changas de cochinillo de entrada estaban inauperables. Platos principales recomiendo el Chow main de pato crujiente, muy bueno. Postre que no puedes dejar de pedir Napoleon de Gineo