El lugar nos sorprendió, quedamos fascinados con el espacio pequeño, pero muy acogedor, muy íntimo con un toque romántico inclusive. El menú que probamos, ya que nos informaron que cada mes modifican la mayoría de los platos, estuvo sorprendentemente delicioso, muy casero todo y los sabores bien pensados se sentían en armonía. Lo recomendamos muchísimo.
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