Tenía pendiente visitar este restaurante y créanme que valió la pena. Es un ambiente romántico y delicado, decoración sencilla pero de muy buen gusto y con un techo de vidrio que nos permitió disfrutar de la lluvia de una manera muy especial, tambien tiene una linda terraza. De entrada pedimos tortilla española deliciosa y con el centro húmedo (como deben ser las tortillas), al igual que las croquetas de pollo, delicadas y cremosas; como principal Paella de Mariscos, sin nada que objetar al plato, arroz en su punto, sazón espectacular y la cantidad precisa de mariscos. Para tomar, Sangría Blanca ni muy dulce ni muy ácida, agradable y fresca y para cerrar un postre, una de las mejores combinaciones de sabor que he degustado, carpacho de piña y fresas con centro de crema catalana, lo máximo!!. Créanme que como dice la canción, comer aquí fué casi "una experiencia religiosa". No les di las 5 estrellas en ambiente, por la falta de música, explicaron que había un evento privado y se oía en esa parte, un asunto que deben corregir y no se puede perdonar. La atención es esmerada pero no invasiva con la justa medida de l9s grandes restaurantes. Este lugar se coloca en mi Top5, sin duda regresaré.
Buenas noches Sr. Francisco.
Muchas gracias por dejarnos su reseña, para nosotros es muy importante conocer la opinión de nuestros clientes, y nos alegra saber que han disfrutado de una agradable experiencia.
Los esperamos nuevamente en nuestro restaurante.
El Jardín de Gaudi.