Del Prado

Definitivamente El Prado es mi restaurante 24hs favorito en Panamá. La comida es buena y el servicio es rápido(en la barra). Si tienen hambre recomiendo el Club Sandwish, es uno de mis favoritos y siempre te llena. Siento que los precios son un poco altos para el tipo de restaurante que es.

He ido pocas veces a desayunar ahi pero este domingo fue la mas amarga experiencia de mi fin de semana. Apenas llegamos, un senor de pocas palabras nos atendio, nos trajo unos mantelitos de papel y una silla de bebe y se fue. De ahi en adelante No aparecio mas nadie. A los 25 minutos de habernos sentado haciendole senas a las meseras y estas ignorandonos por completo, viene una senora donde mi y me dice que esta haciendo todo lo posible por atendernos en un tono super grosero. Me pare y me fui!!! no sin antes haber notado que la mesa al lado nuestro, la de enfrente y en la esquina les pasaba igual. Otra pareja de amigos tambien se pararon y se fueron.... eso si, no voy mas!

Este lugar es una buena cafetería; buen café, los mejores emparedados que te puedas comer y el ambiente.....de cafetería! Pero el servicio, salvo algunas exepciones, es muy regular; voy a este lugar desde muy joven y no ha cambiado mucho; el desayuno es muy bueno al igual que sus licuados de frutas; siempre frescos. El único lugar donde consigues papas españolas (por lo menos que yo sepa) y muy buen ceviche; pero insisto que los dueños debieran tomar nota en referencia al servicio: demorado muchas veces y poco amable la mayoría del tiempo. Relacion precio-calidad: muy favorable al comensal....buena calidad a buen precio.

Creo que a veces, tenemos historias de terror gastronomicos en restaurantes que por algo nos agradan y siempre me ha gustado comer un buen emparedado aqui, precio acorde, cafecito, buena charla ..pero un dia me dio por ordenar una carne, tal vez estaba pasadisima de tiempo, bueno a todos nos pasa alguna vez, pero no quiero calificar mal a este restaurante que por años ha sido bueno. Siempre vuelvo.

Al mejor estilo antiguo es uno de los pocos restaurantes que mantienen un menu fresco y a la orden como antes. Sus carnes son excelentes, los desayunos son gigantes y muy ricos, tienen unos emparedados preparados al estilo antiguo muy buenos y los jugos naturales (limonada) son una delicia. El servicio siempre demora y no es el mejor al momento de hacer pedidos o pagar, pero el ambiente es bueno y siempre hay mesas disponibles.