Casa Blanca

éramos clientes frecuentes!! teniamos ratito de no ir pero quedamos sorprendidos por los cambios en el menú, para peor, los altos precios, reducción en las porciones, sillas incómodas!! cervezas carísimas y NO nacionales!! muchos turistas se paraban y se iban por los precios!! una lástima!! ya nosotros no regresaremos!!

casablanca, restaurante ubicado en el casco viejo al frente de la plaza Bolívar, y la iglesia San Francisco de Asís, sitio interesantes de visitar , en este caso lo visitamos en sus agradables toldos y mesas al aire libre a tomar su afamada cokteleria, excelentes matices de sabores , la atención excelente donde te explican la preparación de los tragos al detalle.

El lugar muy bien ubicado, a un costado del teatro nacional. El servicio es regular, pero la comida es muy buena. Me atrevo a decir que de lo mejor que hay en Casco Viejo. Son muy buenos con los mariscos, la paella es buena y el pescado frito entero es excelente. Los shorts ribs son muy buenos también.

Los platos que nos sirvieron en la cena eran aceptables, aunque tardaron más de lo que resultaría razonable y las porciones deberían incrementarse un tanto. Sorpresa con la cuenta: pedimos dos cervezas Balboa. Nos dijeron que no tenian y ante ello solicitamos qué otras cervezas nacionales tenían. Nos ofrecieron Cerveza San Felipe (sin mirar la carta, y por tanto sin conocer el precio). Pagamos la cuenta, y al llegar a casa vi que me habían cobrado, por cada cerveza, OCHO DÓLARES, y la cerveza figuraba en la factura como IMPORTADA. Si nos hubieran dicho que esa cerveza era importada (lo cual es cierto, pues investigando he visto que se fabrica en Winsconsin, EE.UU.), con seguridad habríamos pedido una cerveza nacional. No me parece bien dar esa mala información al cliente.

La comida estuvo deliciosa! Fui en un date con mi esposo, pedimos de entrada pulpo a la parrilla, tacos de pulpo y los famosisimos patacones a la morgan. Cualquier plato con pulpo es GANADOR. Deliciosos. De plato fuerte pedimos la entraña, punto de sal perfecto. Para acompañar todo pedimos una botella de vino tinto, SIMI de Sonoma Valley. Un cabernet que combinó a la perfeccion con los platos mas fuertes. Definitivamente regresaria, el ambiente es super agradable con DJ en la casa, y Daniela y Tamara que nos atendieron 10/10