Súper rica la comida y las bebidas, el ambiente, la decoración súper linda, pero!!!.....en nuestra visita nos tocó un mal mesero, éramos 5 y cuando pedimos, tomaba el pedido de una, y se iba sin razón , y así lo hizo dos veces, simplemente se iba. Adicional una de nuestras amigas pidió su orden porque llegó antes, y después de más de 45 minutos le dijeron que ese pedido no lo tenían anotado.
Platos recomendados
Calificar el restaurante (recibe 20 puntos)
Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Lamentablemente, íbamos con entusiasmo y fue decepcionante. Llegamos con la intención de pedir el almuerzo, pero la mesera nos informó que no podíamos hacerlo porque el almuerzo comenzaba oficialmente a las 12:00 y eran las 11:56. Literalmente tuvimos que esperar que ella atendiera otra mesa y pasaran 4 minutos, lo cual me pareció ridículo, sobre todo considerando que luego el tiempo de espera para recibir la comida fue de casi una hora. Durante ese tiempo, la mesera apenas estuvo pendiente de la mesa. La situación llegó al punto de tener que llamar al supervisor, quien intervino y con la mejor buena voluntad intentó remediar la situación. Como compensación, nos ofrecieron dos cervezas de cortesía, lo cual agradecimos el detalle… hasta que vimos que las habían incluido en la cuenta al momento de pagar. En cuanto a la comida, fue otra gran decepción. La cazuela de mariscos era más bien una pobre interpretación, con escaso marisco, salsa aguada, y un de copo de una especie de crema. El pescado, por su parte, flaco con poca carne. En resumen, nada que justifique el precio que pagamos. En corto, este lugar quizás sirva para tomarse un par de pintas, porque es un lugar agradable, pero definitivamente no es un lugar para comer. La relación calidad-precio de los platos no es buena, y la atención (incluyendo el tiempo de la cocina) deja mucho que desear.
No pidan la cazuela de mariscos, no es satisfactoria. Tienen un muy buen ambiente, pero ese plato fue una total decepción.
Si tu plan es llegar, comer e irte a hacer mandados post brunch... No es tu lugar. Debes tener mucha paciencia, reservar (por teléfono, por la página web no lo recomiendo) y con suerte conseguir una de las mesas de afuera en dónde puedes entretenerte mirando el atractivo del lugar: la vista. Las chicas con todo y que se encuentran saturadas por ser domingo fueron muy amables. Se agotaron los waffles, por lo que pedimos los balboa sandwich. Estaban ricos, pero quizás tenía más expectativas.
El ejemplo perfecto de que el ambiente y la buena presentación de los platos superan el sabor de la comida. No digo q sea mal, pedimos un pescado entero sin espinas y un chupe de mariscos... el arroz con coco no tenía coco y el pescado bastante básico, el plato de mariscos, tenía demasiada concha y casi nada de pescado, camarón o langostino, bien de sabor y frescura pero sin sansón a destacar
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