Madero

He ido en varias ocasiones tanto para desayuno como almuerzo, y la comida no la considero extraordinaria, a mi concepto son platos normales con precios elevados para el sabor. El ambiente sí debo decir que es muy bonito, el servicio es bueno también, son muy atentos, pero dudo que regresaré.

Me gustó el ambiente por lo limpio y bien decorado, pero sobre todo la buena distribución de las mesas. El menú si bien es variado, no puedo decir que noté mucho eb especial, es decir, los platos que ofrecen son comunes en la plaza. La excepción es quizás el brisket que quizás probaré cuando vaya de noche.

Cómo no regresar a este lugar, es una experiencia maravillosa, la atención es fenomenal, muy atentos todos, lo más importante: Los platos son divinos, amo el risotto de mariscos, es exquisito acompañado de un buen vino, es una deliciosa opción. La fabada asturiana es increíble, me transporté, me encanta. Lo recomiendo por supuesto. De postre me sorprendió el pie de Limón es indescriptible, tan suave y cremoso, en su punto. Increíble esta experiencia gastronómica estoy muy agradecida. Lo recomiendo para paladares exigentes, el chef los sorprenderá y querrán volver.

Este restaurante me encanta, desde que entras te atienden como reina, el local es muy bonito e iluminado. La comida es buena, pedí una pasta con camarones deliciosa. Lo recomiendo.

La atención es esmerada desde que entras al local, el lugar es muy cómodo y amplio, pedimos un carpacho de entraña y una corvina acompañada de tostones y ensalada, absolutamente delicioso. Que buena experiencia gastronómica.