Cafe Lavanda

Un ambiente muy agradable, la atención de la chicas muy amable y cordial. El sabor de lo que ordenamos muy rico. Los precios me parecieron muy altos, para tratarse de un café.

Un cafecito en medio de San Francisco, con pocos parkings pero lo demás lo compensa. Cafeteria prolija, bien decorada, algo pequeña pero muy buena. Desayunamos unos huevos benedict, uno de jamon, otro de salmón, deliciosos, mas el de salmón, se los recomiendo. Tambien probamos los waffles, muy ricos, y el bistek a caballo(ojo, eramos 5). Todo muy rico y ambiente nice, con cierta clase y muy agradable. Tienen que visitarlo.

El lugar es acogedor y se encuentra perfectamente decorado con una mezcla de lavanda que hace honor al nombre. Es bastante concurrido por lo que te recomiendo que llegues un poco más temprano para que puedas encontrar mesa y no tengas que esperar. En cuanto a la comida pedí los huevos benedictinos con salmón haciendo un twist a la salsa ya que vienen con eneldo y pedí que la cambiaran por bechamel, esta es una buena opción, para desayunar, puedes combinarlo con capuchino con leche de almendras o con algunas de las opciones que tienen en el menú, puedes si eres aventurero probar algo nuevo y diferente

el lugar es muy bonito pero chico, las mesas estan un poco apretadas y se llena bastantito ya que el cafe es muy bueno al igual que los tes. la presentación de los platos muy linda pero tienen poca variedad.

Las mimosas me encantaron♡ cada plato que pedimos estaba más rico que el otro. La atención de las chicas es genial, conocen cada uno de los platos y son de gran ayuda al momento de elegir según tus gustos. Me encantó el sitio, es muy acogedor.