Muy buen restaurante con excelente ubicación en uno de los lugares mas hermoso de la ciudad... una vista increíble lo que hace el restaurante algo acogedor para una velada romantica o en familia disfrutando del buen ambiente que solo se aprecia ahí. La comida es una gran exquisitez. Definitivo volveré!
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Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Visitamos el restaurante aprovechando la promoción de Degusta. Quedamos muy complacidos de la atención de los meseros. De entrada solicitamos hongos al ajillo, con un sabor muy delicado y con el toque preciso de vino blanco, arañitas de calamar cuidadosamente seleccionadas sin las cabezas ni los ojos y sin exceso de harina en el apanado. El centollo relleno fue espectacular, con trozos de langosta entre la carne suave y dulce del cangrejo. Los langostinos al ajillo siempre exitosos, los langostinos en salsa de maracuyá con un sabor novedoso pero muy dulces para mi gusto. La paella de mariscos individual con arroz suave, desgranado y abundantes mariscos. El filete de corvina con hongos de buen sabor pero de pobre presentación. En cuanto al ambiente, el lugar parece un poco descuidado y un poco más de iluminación podría evitar un accidente camino a los baños. Sin duda volveremos.
Lugar agradable, muy buena la comida, atenciÓn buena, buen lugar para cualquier evento. Recomiendo la cazuela de marisco y el queso saganaki.
Tal vez iba con expectativas altas, pero no lo disfruté. No puedo decir que la comida fue mala, pero la suma no me resultó. Fuimos con un grupo de amigos de gustos variados y con apetitos distintos. Pedimos paella para dos (según los que la comieron, demasiado seca y con muy poca sal, tuvieron que agregarle lo cual distorsiona los sabores), la vegetariana una ensalada acompañada de patacones (sin mayores comentarios, aunque el plato quedó vacío), otro comensal pidió arañitas (que llegaron a destiempo del resto), nosotros comenzamos compartiendo un pulpo a la griega (en teoría la versión grande, no se notó... lo mejor del plato la papa dulce frita del acompañamiento). Todo eso demoró... mucho, aunque nos habían avisado que la paella demoraba 20 minutos, demoró más... llegaron platos y algún acompañamiento a destiempo y con previo reclamo, lo cual molesta un poco. Luego pedí unos langostinos con salsa de maracuyá, nobleza obliga... llegaron rápido y muy sabrosos, tal vez la salsa un poco dulce en exceso, pero agradable al fin. Postres: flan (con muy buenos comentarios del comensal), cheesecake de fresa (aceptable), brownie con helado (demasiada consistencia en el brownie, le faltaba lo esponjoso) y helado de chocolate (que vino de vainilla en su primera intención... hubo que cambiarlo). Y esto último nos lleva al servicio: todos muy amables y dispuestos... pero con múltiples fallas y el restorán no estaba lleno ni medio lleno, tuvimos que repetir, reclamar, recordar y etcs varias veces... no está bueno. Por último... el ambiente. Si vas a Bucaneros tenés que saber que los pájaros estarán rondando las mesas... si sos aprensivo y te preocupa la salubridad por lo que pueden aportar los pájaros... no vayas.
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