Amano

Muy bueno el brisket tacos. Levemente picantito, buená sazón, diferente, me los comí con gusto y quedé satisfecha. Probamos también los tacos de pescado, me encantó poder comer pescado de una manera variada. La entraña muy rica, buena porción, en su punto.

Todo muy rico, pero lo que más disfruté fue el ambiente. Buena musica, bebidas diferentes, muy bueno. Probé un cocktail de temporada navideña, una versión del egg nog: jingle balls. Se sentían muy ricas las especias y no era tan dulce. La presentación en una tacita muy primorosa. Las picadas ricas, en especial disfruté el tuna tartar.

El lugar es hermoso, tiene dos ambientes completamente diferentes, el de la terraza al aire libre es divino, súper privado, todo lo que ves a tu alrededor será naturaleza, me gustó para ir con mi familia o amistades a pasar un buen rato. El área de adentro del restaurante es cálida, demasiado para mí gusto pues es un lugar super oscuro pero está chevere para ir a pasar el rato tomando y picando algo con una persona íntima para ti. El menú es super resumido, recomendaría que por lo menos pongan leyendas que describan el plato para uno poder hacerse una idea y no preguntar tanto. Pedimos la hamburguesa, deliciosa, me supo a un ahumado muy rico. Buen tamaño, buena sazón, la acompañé de aros de cebolla y fue lo máximo. La atención me encantó, me sentí muy bien atendida.

Muy agradable el servicio, ambiente relajado para un after office, la comida estuvo bien, pero me parece que la porción es poca, debes pedir más de 2 platos para compartir entre amigos, sino quedarás con hambre.

TIenen área de terraza y otra cerrada, su ambiente es para compartir con amigos y siempre está lleno, de ahí a que la atención sea irregular, tienen más opciones de bebidas que de comida, nada que resaltar.