El desayuno american buenísimo, lo pedimos c9n huevo frito en vez de revuelto excelente. Nos quedamos con las ganas de probar los wafles por un error de la salonera pero igual estuvo muy bueno. Adicional pedimos las creme brulee french toast.... buenísimas.

El brisket le faltó humo parejo, demasiado duro. Los ribs igual le falto fuego. Las papas fritas malas con un montón de italian seasoning q no entendí honestamente. Los butter buns creo q fueron lo mejor de la comida porque las mazorcas con tajín no dijeron nada.

Desde la llegada el servicio fué fatal. Descuido total de la mesa, 4 saloneros para 4 mesas y nada q nos tomaban el pedido. Llegó la comida y la milanesa de ternera nada que ver, las papas provensal malas, la parmigiana de pollo y la pasta de langostinos estuvieron buenas. De los postres: tiramisú, chocolate piamontesa, y el cheesecake 4/10, los profiteroles de pistacho 9/10

El pollo estaba crudo, el labne estaba con sabor a leche agria, la carne sabía a sangre vieja guardada, la jafta también estaba cruda, las batata harra las trajeron papas fritas de bolsa tipo shoe string con paprika, lo único q sirvió fué el ftaayer de zaatar.

No es la primera q experimento mal servicio en Lucca, pero es la primera vez que nos atendierom pésimo. A tal punto que simplemente nos paramos y nos fuimos. Si el lugar estaba al 80%

Los ebi bomb buenísimos, el mongolian de pollo espectacular, el yakimeshi mixto muy bueno. La atención de Alexandra superlativamente buena.

La alitas estaban bien, el apando bien, la salsa bien. La pechuga saltimblue estaba del congelador al microonda la textura del pollo super chiclosa. Los vegetales q acompañan llenos de agua, y el puré malo tambien.

Pésimo servicio de un personaje en específico que me reservo el nombre. Llegamos con la intención de sentarnos lejos de todo el mundo para mantener distancia social y no nos lo permitió porque la mesa era para 6 y nosotros éramos 3. El restaurante no estaba lleno, ni tenía fila de espera... como dueño de restaurante y operador de restaurantes por más de 17 años, incluídas operaciones multiproperty, franquicias internacionales, y cocinas de autor, entiendo por qué uno trataría de guiar a los comensales a una mesa más pequeña, pero llegar al punto de ignorar los deseos de tus clientes y forzarlos a sentarse en un lugar rodeado de gente, que es precisamente lo que queremos evitar, solo para asegurar tener una mesas más grande libre me pareció de muy mal gusto. Jamás volveremos.

Caprese con cebollina como ingrediente o decoración? Verdadera locura. Filete mignon frío y los "patacones" eran platanitos. Lo mejor los deditos de pescado y las papas fritas. El servicio del primer salonero fué una basura, el segundo muchacho trató de reparar el daño.

El servicio puede mejorar en particular la velocidad, no estaba lleno el restaurante de hecho bastante vacío. Comida bastante bien.