Fui al cumpleaños de una amiga y éramos como 25 personas aproximadamente. El restaurante literalmente estaba vació éramos nosotros y 3 mesas más de 2 y 3 personas. Nos atendió una muchacha que era “Su primera chamba” y la verdad estaba bien enredada y nadie de la administración que tuviera más experiencia la guiara. Entiendo que el restaurante cambió de Administración los cuales le sugeriría que entrenaran al equipo que atiende. Muchos nos llegó la comida cuando ya iban a repartir el dulce. Tuve que esperar casi 1 hora que me trajeran mi plato. Los precios lo subieron en relación con el restaurante que estaba allí mismo y que tenían el mismo menú y el sabor también decayó.

Éramos 4 personas y fuimos para la promoción de Banco General. Cabe resaltar que esta promoción solo incluye los platos de Festival de Pasta y no todo el menú. Llegamos y el restaurante estaba vacío solo había 2 mesas ocupadas con 2 personas cada una. Nos ubicaron en una mesa y nos sirvieron el agua. El mesero que nos atendió literalmente desapareció y tuvimos que esperar casi 10 a 15 minutos que nos tomaran el pedido otro mesero. Pedimos Fetuccini Strega con extra camarón (algo costoso para 5 camarones) la pasta estaba sabrosa la porción era pequeña; adicionalmente, pedimos Parpadelle con estofado de ternera muy sabrosa y buena porción, también pedimos espagueti con almeja en salsa de vino y ajo muy bueno también y de postre pedimos un tiramisú que fue un éxito.

Tiene mejor ubicación que su antigua sede, con vista a la Cinta Costera. Cuenta con un poco más de estacionamientos y valet parking. En cuanto a las instalaciones deben considerar un ascensor para las personas adultas o con poca movilidad ya que la escalera está bastante empinada. En cuanto a la comida mantienen el buen sabor y el termino de las carnes es el solicitado; sin embargo, los precios lo considero algo excesivos para cortes de carnes nacionales, un plato mixto de picaña y entraña casi US$47. Adicional a los precios altos, excelente la amapola y el Flan.

Fuimos invitados por el Club de Cenas VIP del Chef Milanes para una tarde de tapas y cocktail. Llegamos y estaba nuestra reserva lista. Empezamos con una Sangría oscura, muy sabrosa (está algo fuerte) tomar con moderación. Nos trajeron las tapas, la mesera no explicó que era cada tapa por lo cual estamos aduciendo que era cada uno. Wantones fritos rellenos pensamos que pulpo, con una salsa teriyaki, bastante bueno. Unas croquetas de papas rellenas pensamos que de atún, muy buenas; una tortilla española en la cual el huevo estaba algo compacta o dura y un chicharrón con paté de pato (el sabor está fuerte) para los que no están acostumbrado a comer paté. Por otro lado, pedimos para complementar unos tacos Oink Oink rellenas de ribs mechado, muy bueno y una Mariscada Crocante (arañitas, camarones, mejillones, fritos), muy buenos. De postre pedimos Carbón Rústico un cheesecake de fresa forrado en chocolate con forma de carbón y ahumado, súper creativo y muy bueno. El local cuenta con pocos estacionamientos y tiene un servicio de valet parking que considero caro $4.00 y que el restaurante debería asumir dicho costo y por lo menos bajar el precio.

Excelente atención y sugerencia por parte del chef. Full recomendado el roll de entraña (entrañada importada enrollada con vegetales asados, bacon y mozzarella) acompañado de un puré norteño (papas majadas con queso parmesano). De entrada unos bites de pork belly (le faltó algo de crunchy al chicharrón).

Excelente atención, nos íbamos a otro restaurante ya que la promoción de degusta no incluía casi la mitad del menú de lo que uno quería comer; sin embargo, la Supervisora Fernanda, nos dijo que nos quedáramos y que hacía una excepción para aprovechar el descuento con degusta. Los tepanyaki de res y pollo muy bueno, algo pequeño en relación como lo servían antes. El helado frito es un exito, muy bueno.

Ha decaído este restaurante, servicio lento casi una hora para que nos sirvieran. Casi no hay nada del menú por ejemplo pedí filete a la pimienta y no tenían filete, en otra ocasión pedí pasta a la Capri (pollo, espinaca, tomate y hongos) y no tenían espinaca. Las porciones súper chica e inclusive no tienen ni pan de cortesía decían que no había pan; sin embargo, si tenían pizza pensaría que es la misma masa. No se si cambiaron de administración pero fatal.

Éramos un grupo de 6 personas incluyendo 2 extranjeros que no leen español, por lo cual recomiendo que el menú electrónico que tienen y que de paso está bastante completo lo tengan en inglés y colocar las imágenes de los platos para que una persona que no lea español pueda pedir su platillo más fácil. Excelente atención, la comida estuvo buena, pedimos de entrada para compartir un Pica Sei, Croquetas de Bacalao, arañitas y brochetas de carne todo con su temperatura adecuada y bastante sabroso. De plato fuerte pedimos una entraña bastante grande 12oz, salmón a la parrilla, brocheta de langostinos y paella (le faltaba más mariscos). Los acompañamientos pedimos puré de papas demasiado sencillo no tenia ni gratinado, papas salteadas. De postre pedimos tiramisu muy bueno, tres leche, apple crumble, crème brûlée muy sabrosos todos los postres.

El pollo y los acompañamientos muy buenos y la atención excelente. Deben mejorar el sistema de extractores en la parte interna del restaurante ya que uno sale oliendo a comida.

Terrible atención, tenían supuestamente reservadas todas las mesas adentro, a pesar que uno reservó online y te obligan a sentarte afuera en la terraza con la calor que hacia. Las mesas son bajas en la terraza e incómoda para comer. Le pregunté a la mesera si podíamos cambiarnos a una mesa alta que estaba vacía y nos dijo que no que también estaba reservada. Una pareja que estaba en una de las mesas bajas se cambió a una mesa alta que también se liberó y nosotros nos tuvimos que levantar y mover la comida y los platos y ningún mesero se apersono para ayudarnos. En la terraza se pone otro cliente a fumar e incomodando a todos con el humo de cigarrillos y ningún empleado le llamo la atención que está prohibido fumar. Terminamos de comer casi 1:30 después y las mesas supuestamente reservadas adentro aún estaban vacía. Le pido la factura fiscal al administrador que me cobro y me ignoro. La comida estaba bastante aceptable, pedimos un plato mixto y tenía buen sabor. Deben mejorar el manejo de las reservas y darle prioridad a las personas que reservan y llegan a tiempo.