Lugar chico pero agradable. Un poco frío por el aire que estaba grande para el lugar. La comida normal. La camarones tempuras calientes y algo crocante. La pizza demasiada tostada pero muy buena. El sushi con plátano estaba rico. Todo estuvo bien. El té de jazmin muy rico.

Fuimos y descubrimos qué ahora es LA CAVITA. Realmente dejó por lejos de ser lo maravilloso que era Chef Masoliver. El calor y amistad volo. Y el menú nada de espectacular como era antes. No langostas, no cordero, no cochinillo y sin fin de otros platos que tenían nombre de clientes y que eran deliciosos. Pedimos un aguacate con langostinos y el aguacate estaba aun verde duro y amargo. Y otro plato fuerte que ni nos acordamos. El vino estubo bueno.

Me encanta. Cada vez que puedo y más cuando hay ofertas estoy de primera ahí. Pedimos los buns de Camarones, 2 Spritz de Maracuya qué son Deliciosos. 2 postres regulares.

Fuimos por la paella 2 x 1. Y pedimos adicional una ensalada cesar de Langosta muy buena. Fresco todo. Y unas arañitas rebozadas qué vinieron bien caliente. La copa de sangria roja muy buena.

La pizza nunca falla. Excelente calidad. Pepperonni estaba crujiente, jamón fresco, hongos ricos, pollo, quesos. Riquísima. Pedimos postre de Delicia de Café qué siempre está delicioso. Siempre es un placer regresar.

Fuimos a la cena Fusión y la verdad que mucho que desear. El salad bar extremadamente pobre. Ni lo volvían a llenar. El ceviche peruano lejos de serlo. Con maiz de lata. La sopa de pollo buena. La jarra de sangria estuvo buena. Tenían litro pero el envase no. O sea. Las proteinas: Lomo salteado duro, la paella era más un arroz con marisco. El aji de gallina bueno. Pobre el menú en total.

Me encantó el ambiente ayer jueves de orquesta de salsa. La comida rica, porciones pequeñas y no tan al minuto pero comible. Loa tragos dejaron mucho que desear el Mojito Dragón algo ligero y simple. Sin embargo pedimos Botella de Vino Lan a excelente precio y temperatura. Volveremos

Lo visitamos en 2 ocasiones. Recientemente el pasado viernes. La atención regular. Varias veces pedimos las cosas y se les olvidaba. Mi mamá de 90 años le dijo ya por milésima vez que ya casi nos íbamos y nada de su licuado de Piña. Las picadas normales. Los tacos de Camarones un poco simples. El vino pedimos 1 botella de vino tinto y la 2nda tuvimos que cambiar pues solo tenían 1. Y éramos 6 tomando vino tinto y los otros 9 tomaban tragos o cocktail.

Fuimos por un postre. Muy ricos como siempre. Pedimos unos waffles con helado de vainilla old fashion y crepes Relleno de melocotón con helado de avellanas. Y luego llego mi hijo y pidió crepes con roast beef. Bue tamaño y riquísimo

El lugar es totalmente diferente. Cool la entrada al restaurante. Los platos son de buen tamaño. Comen dos. Tanto las entradas como los platos fuertes. Probamos Saus, humus y la paella de mariscos con concolon. El vino verdeo muy rico. Un poco al tiempo, se puso en hielera para enfriar más. Ya que las copas al tiempo no favorecían enfriarla