El viernes me llevaron a comer a este lugar, por una invitación a un cumpleaños, fui por conre y descubrí oro. Mi expctativa de comerme algo rico estaba bien baja, debo ser honesto. Me callaron mis más bajos pensamientos, el lugar es amplio, bonito con una terraza al aire libre. Con precios bajos para la ubicación y la calidad. son varios restaurantes y por ende distintos estilos de cocina. Comimos unos patacones con un pollo y pico de gallo, espectaculares, pues los patacones medían una palma de mano y el pollo era una taza aproximadamente por $10 nada más, facil comen dos y quedan llenos. Una costilla que es la estrella, aunque le faltaba un poco de sal, pero estaba en su punto y eso que entendí la preparan antes y sólo la calientan, viene con una ración pequeña de papas fritas sazonadas, guacamole y ketchup (que no es maggi). La costilla es generosa, es un corte completo de la costilla de cerdo, comen dos o tres personas fácilmente. Tienen cerveza Maestra así que aproveché y me tomé dos rubias. La pizza sí no me gustó, pero no estaba mala, el quedo es el que deben cambiar, porque la textura no es la mejor, la masa estaba bien y creo que la tiene prehorneada por la textura; el peperoni no estaba contado como en otros lados. La atención es buena, pero al estar el lugar lleno, se demoraban en atender. El agua había que pedirla. Recomendado para ir, vale la pena diafrutar la experiencia.

El lugar pasa desapercibido, y apenas son unas 8 o 9 mesas distribuidas entre el pequeño espacio que deja la cocina en el local y una terraza improvisa en los estacionamientos. La cocina está organizada de tal forma que el Horno para pizzas, es la parte central donde los expertos pizzeros hacen su magia. He ido dos veces, la primera comí una pizza margarita tradicional con su hoja de albahaca y la diavola que lleva peperonis; en la segunda repetimos la margarita, la diavola y otra que no recuerdo el nombre con alcachofas, jamón, aceitunas y ptras cosas. Todas son buenas, la mejor, la margarita porque se siente el sabor de cada uno de los ingredientes, una salsa deliciosa de tomate, el queso y la albahaca, con un poco de aceite de oliva hasta el borde crocante está bueno. Las pizzas son delgadas, como tiene que ser, con una crocancia creada por la semolina con la que le dan forma a la bola de masa de harina 100% italiana. Por lo que vi, los ingredientes son importados de la patria tricolor, por lo que el resultado es una obra de arte esculpida por un buen artista. Es por lejos mi pizza italiana preferida, porque por $8 tiene buen tamaño y tremendo sabor. Lo mejor es comerla allí. Las otras son buenas e igual usan ingresientes de calidad, importados también. Las tienen con stracciatella o burratta, en distintas combinaciones. Los precios van de $8 a $15. ahh y hacen unos emparedados de mortadela, con el pan ciabbatta hecho por ellos. Recomendado 100%.

A este restaurante le tenía ganas desde hace rato, los fines de semana tienen cocido, pero hoy fui porque estaba por allí sin saber qué comer; y como era de esperar al mediodía uno busca buenas opciones de menus ejecutivo y me aventuré a comer aquí. Las veces que pasaba por allí, me llamaba la atención las opciones variadas que tenían de entrante (sopa usualmente), con un plato fuerte compuesto de ensalada, proteina y guarnición (yuca, papas o arroz blanco). En este caso pedimos en la mesa las tres opciones, y aquí recomiendo el arroz blanco (buena porción, alrededor de 1 taza) que vino con lentejas, si tu apetito es grande. Yo pedí yucas y otros papas fritas. la yuca dorada, perfecta, son 4 unidades; las papas son una porción mínima. La ensalada era de verde con tomate, pepino y lechuga. La proteina eran ; albondigas con papas guisadas, muy ricas y caldosas; ll que me gustó es que siguen la receta de pan y seguro tenían huevo, porque la textura estaba muy al estilo italiano y no se resecaron con la cocción. La bebida fue una limonada muy rica. El precio fueron $8 sólo. el lugar está lleno de salones privados para tener reuniones familiares o de trabajo, hay bastante disponibilidad de estacionamientos. Me toca regresar para ir por más, incluso un sábado de cocido, la atención es muy buena.

En sushi house aprendí a comer sushi, fue el primer lugar en el que lo probé, tengo mis preferidos cómo el california o el frito con la salsita rica, que se me olvida el nombre. Lo combino siempre con queso frito o unas empanaditas.

Es uno mis lugares preferidos para almorzar, compras distintas porciones y armas tu plato vegano. Tienen hasta rollos de sushi, pasando por el tofú en distintas presentaciones. Es comida china vegana, antes hacían desayuno, no lo sé ahora. Si estoy por allí y encuentro estacionamiento, almuerzo en ese lugar.

Este es uno de los pocos que quedan, por lo menos en la ciudad, es una manera distinta de comer una comida fast food con sabores griegos.

Este lugar es un buffet con plato servido, el costo cubre su precio, y la calidad de la comida no es mala. Si estás por el área de Corozal, esta puede ser una solución para comer.

Este es uno de mis luagres favoritos para ir con la señora a desayunar. Todo es rico, pero mi preferida es la aguacatada. Cuando estoy por la zona, es un must.

Esta gente saben hacer postres, me encanta el dulce de zanahoria y las empanadas. Disfruto pocas veces de este lugar por el lugar en el que están en MP. Me falta probar los emparedados que es algo que pronto haré, lo tengo en la lista.

Este sin lugar a dudas es uno de los nuevos, aunque no tanto, restaurantes de la nueva cocina panameña. Su chef es una celebridad en nuestro país, con una cocina enfocada en ofrecer platos del caribe. Cuando voy el One Pot es lo que siempre pido o las hamburguesas. Me encanta el lugar, voy desde que era un pequeño local sin estacionamientos porque siempre estaba con personas.