Iba con todas las expectativas y recomendaciones del lugar, qué comer y qué probar. No tengo queja de la comida, el personal un poco intenso mientras uno conversaba, por lo demás bien. Mi decepción fue que a la hora de cobrar, pagué con tarjeta de crédito y NO me preguntaron si quería incluir propina, cuando ya me entregan el voucher para firmar veo (mientras se conversaba en la mesa) que está agregado arbitrariamente sacandole el 10% al costo de la comida + itbms, estuvo mal porque se le calcula a la comida no a ambos rubros; no me quejé por estar con visitas y por estar con premura, pero quería dejar por escrito lo que por primera vez me ocurre en un restaurante después de que por ley no es obligación incluir la propina. Pueden verificar mi comentario, ya que la visita fue el día de hoy a las 2pm aprox.

Tengo varias opinions, tienen cosas muy ricas y originales en el menú, pero si vas con hambre mínimo tienes que pedir 2 platos a excepción de las hamburguesas, las porciones son muy poquitas...

Siempre te comes algo rico, o te tomas un café delicioso... sino fuera por el tema del estacionamiento iría más seguido...

Fui con amigas en salida de sábado y creo que solo puedo rescatar 3 cosas buenas, le queso fundido, la sopa de tortilla y que pedí sour cream (que no está en el menú) y me la trajeron; nuestra queja fue el servicio, confundieron el ser amable, atento y servicial con ser intenso, molestoso y hasta metido! Nos atendieron 4 meseros diferentes, si la idea es que te atienda cualquiera y mantener el cliente siempre satisfecho, creo que no les funcionó, no esa noche al menos, no nos dejaban ni conversar, nos interrumpian a cada rato, se llevaban las cosas que ya le habíamos dicho al mesero #2 que dejara, pero luego venía el #4 creyendo que estabamos desamparadas, para nosotros fue molestoso, sentíamos 4 personas diferentes que no sabían que estaba pasando en la mesa que metian su cuchara y preguntaban LO MISMO y la idea era pasar un buen rato y conversar, pero con las interrupciones ya ni sabiamos que era lo que conversábamos... Solo volveria por el queso fundido y el guacamole....estuvo excelente !! Tambien comimos los nachos que estuvieron OK, creo que les falto derretir más las capas del medio..

Fuimos buscando algo dominguero y diferente, nos sorprendió para bien este luga, la mesera muy amable y educada. Todo lo que comimos se sentía fresco, croquetas de bacalao, arañitas, salmón, fish and chips, emparedado de pescado...pasta. Definitivamente volveriamos y para probar otras cosas. Para terminar el chef nos vino a saludar a la mesa, que buen gesto.

Nunca me decepciona, sé que lo que pida va a estar muy rico. La limonada con coco es fuera de este mundo...recomendadisisisima x 1000 !!

Tiene un ambiente acogedor y con una iluminación agradable, ni muy oscuro ni brillante. Los meseros muy pendientes pero no exageradamente. Me encantó !!

Muy satisfecha en general con todo en el restaurante, la atención, la comida, el sabor, los detalles.... definitivamente volvería pronto a visitarlos ! !

Iba con todas las ganas de un desayuno chino rico y dominguero, me recibió un señor trapeando con cloro, casi nos ahogamos antes de poder empezar a comer, la comida estaba simplona, no estaba rica y sabrosa, parecía que hubieran recalentado todo en el microondas, a todo esto, después trapearon con algún líquido con olor y ahora los olores eran extremos (como que se dieron cuenta que nos tragamos el cloro), paralelo a todo, una de las que atendían y la cajera estaban desayunando o comiendo su merienda en pleno mostrador y echando sus cuentos del fin de semana, nosotros queríamos agua y prácticamente hubo que gritarles para que nos prestaran atención, sinceramente dejó mucho que decir el lugar y su atención, yo no volvería a pasar un rato como el que tuve.

Mi primera vez en este lugar, y me dejé guiar un poco por los platos que leí habían posteado aquí. Sinceramente, el ambiente y el lugar estaban acogedor, la incluso la atención estaba buena pero la comida, nada del otro mundo, pedimos pastas y no fue lo que me esperaba, ni cerca, soy muy reacia a comer pastas en la calle y lo confirmé nuevamente con esta visita porque mi abuelo las hacía artesanalmente y me acostumbré a comerlas al dente, frescas y de una manera única. No volvería a ir en resumidas cuenta.