Ojalá su ambiente y atención al cliente fueran tan buenos como su comida. La comida siempre excepcional, pero siempre que llegas ves muchísimos meseros y demoran en atenderte, el lugar es pequeñísimo, nunca hay puestos, no es un lugar recomendable para reunirte a charlar o hacer tarea por la gran cantidad de bulla dentro

No cambio mi favorito por nada (chasyu ramen). Siempre con buen sabor y porción. Me gusta elegirlo con la opción bajo en sal.

El restaurante tiene tamaño mediano, pero bien distribuido. Durante toda la estancia tienen música country, que va con la temática del restaurante. La atención del personal es excepcional. La comida es muy deliciosa, el pulled chicken y el brisket es tan jugoso y tierno, que se deshace solo en la boca.

Es un pedacito de cielo en medio de la capital. Su ambiente te desconecta de la ciudad tan escandalosa. Al entrar sientes un espacio muy cálido, la atención es espectacular y su menú, aunque no es el más extenso, es muy exquisito

Un ambiente moderno, acogedor, un poco bullicioso pero innovador. El día que fui, no probé nada de comer, pero si varias bebidas y todas estuvieron riquísimas. No podía ir sin probar el trago que sirven en una bañera con el patio de hule, y definitivamente sabía como a un raspao' de limón con un toque de ginebra, RIQUÍSIMO.

Si buscas algo de comer y tomar saludable, este restaurante es tu opción. Su fuerte son las bebidas. Desde jugos hasta smoothies. Puedes mezclar cuanta fruta se te venga en mente y agregarle tu toque personal ya sea con proteína, la leche que tú desees, y otros extras que ellos tienen. El personal es super atento, si vas por primera vez te explican todo de cómo puedes preparar tu bebida y al final uno queda con la sensación de "quiero regresar". 20/10

Sin duda alguna uno de los mejores restaurantes. Siempre con muy buena calidad de comida y de atención. Dentro del restaurante impresiona que te aislas de todo estando en el centro de la ciudad. Su menú tan exquisito y variado, hace que cada vez que vaya la decisión de qué eligiré para comer, sea difícil. Nunca he tenido una mala experiencia y siempre quedo con ganas de regresar.

Me encantan los bares con iluminacion tenue y buena música. Por lo que este cumplía los criterios a la perfección. Sin embargo, cuando se fue llenando, más que música, había muchísimo ruido de la gente y para compensar, subieron más la música. Al final parecía que estuviera en una feria. Si quieren pasar un momento agradable, recomiendo ir cuando apenas estén abriendo que tiende a estar más vacío y tranquilo. Si van en grupo, quizás no les moleste la bulla.

La ubicación es genial, en una calle sin salida, lugar bastante acogedor. Con deliciosas alitas y salsas, sobre todo la ranch y la BBQ con piña. Las cervezas super frías y ricas. Nos recomendaron las pizzas, sin embargo ya nos habíamos llenado de 20 alitas, así que quedará pendiente para la otra visita, que sin duda iré.

Para ser un restaurante en el causeway, sus precios con muy accesibles. Cuenta con muy buena ubicación, buen ambiente, como para reunirse con amigos o familias en un paseo por la tarde en el causeway. La comida ni tan buena, ni tan mala, normal. Sin embargo, en las 2 ocasiones que he ido, el trato de los meseros da mucho de qué hablar. No han sido amables, la señora que nos atendió la última vez que fui, fue un poco grosera en decirnos qué ofertaba el restaurante en ese momento. Por voluntad propia, no regresaría.