Hemos visitado el lugar multiples veces, sobresaliente el cuidado con las medidas de bioseguridad, la terraza siempre ventilada y pet friendly. Probamos Le Burger para el burger week y recientemente la Yard Royale de las burger insolentes, excelentes las dos. Buen menú de bebidas y de cervezas artesanales, debo recalcar que el servicio es muy amable y el personal siempre tiene buena disposición.

Muy buena experiencia desde la llegada al local, fuimos a probar la hamburguesa especial "1/2 LB de cadera" y está excelente, el balance de sabores en su punto y las papas muy crujientes. Fuimos con niños y les encantó el Grumpy chicken, los adultos también aprobamos totalmente el pollo. El host siempre pendiente de nosotros, nos hizo sentir como en casa.

El comedor cerrado tiene un ambiente muy tranquilo y con música ambiental agradable, sin embargo comimos en la terraza y quedamos muy sorprendidos por la calidad de la atención al cliente, meseros con muy buena disposición en todo momento. Pedimos la mesa libanesa para 3 y la comida es realmente abundante, para personas con apetito regular esta mesa alcanza hasta para 5. Las ensaladas muy frescas y sabrosas, el Hummus, el falafel, todas las salsas y las carnes de la parrillada excelentes.

El menú es muy variado y las opciones todas suenas deliciosas, probamos varias entradas para compartir entre ellas me parece que destacaban las berenjenas en salsa de soya, sabrosas. Como plato fuerte probamos los fideos con filete de res y también el arroz tipo asiático con langostinos, el primero delicioso pero el arroz frito la verdad no tenía nada especial, de hecho estaba pasado el punto de sal. Los cócteles un poco subidos en punto de azúcar pero en el fondo buenos de sabor. Lo único decepcionante es el servicio, un lugar con ambiente agradable y comida buena pero al cual definitivamente no volvería porque la atención es pésima. La mesa se nos inundaba con el agua que corre de las copas, había que rogar para que despejaran los platos ya terminados, en fin... un desastre.

En una visita breve pude experimentar la alta calidad del servicio y el esmero que ponen en que la experiencia sea agradable. El Aperol Spritz que pedí estuvo excelente y de entrada la bruschetta con queso brie y prosciutto igual. Totalmente recomendado para cualquier ocasión, especialmente en la hora del atarceder por la espectacular vista al mar.

Buena experiencia en general, el ambiente, decoración y música muy agradables. Probamos el guacamole como entrada, pero me pareció que no tenía sazón, resultó un poco desabrido, los totopos muy crujientes eso si. Probé el cóctel “Recuerdo”, bueno pero demasiado dulce, en general todos los cócteles de la casa sabían demasiado dulces recomendaría bajarle la proporción de sirope o el puré de frutas. De plato fuerte los tacos dorados estaban deliciosos y abundantes. En la mesa pedimos los patacones, las carimañolas, las tostadas todo muy bien, buen sabor y porciones abundantes. En cuanto a la atención las meseras muy amables, el staff masculino podría sonreír más o poner cara mas amable, sin embargo el staff femenino muy sonriente, paciente y servicial.

El menú es variado y atractivo, sin embargo debo decir con mucha lástima que muy hay pocos lugares en la ciudad de Panamá con un servicio tan lento e incompleto. Fui por un evento privado que se realizaría en el salón ubicado en la parte posterior hace unas semanas atrás,pero antes decidí sentarme en a comer en el salón principal de la parte delantera, el lugar estaba vacío sin embargo las meseras parecían despistadas, todo desorganizado, lento, esperé 50 minutos por un plato que nunca llegó. Cuando fui a la caja a pedir que cancelaran, me dejaron con la palabra en la boca para luego regresar y solo decir que estaba bien. Dejé mi celular en la mesa, los comensales de la mesa de al lado selo dieron a la mesera y ella no informó a nadie, el encargado no sabía nada, por lo que cuando regresé me dijeron que no había nada y fueron los comensales que me indicaron con quien hablar. En fin, terrible experiencia, el lugar tiene buen aspecto pero la atención pésima me obliga a decir que no vale la pena ni pasar por un café a este restaurante.

La calidad de los platos mantiene el mismo estándar de hace años atrás, imperdible el ladopsomo con todo, la pizza ateniense y la especial con pollo. Atención rápida y eficiente.

Ambiente relajado, comida rápida sabrosa y buenas cervezas. Al estar en un régimen de alimentación cetogénica, mi opción para comida fuern las alitas que vienen no fritas sino, asadas o roatizadas, gran variedad de salsas pero me fui por la que tenía sriracha y una de queso parmesano con ajo, deliciosas. Buena opción para ir con amigos.

Decidimos probar esta nueva opción en comida rápida y aunque nos pareció un poco elevado el precio al principio, resultó que las porciones de comida son grandes, nos fuimos por un bowl de pollo con la receta de la casa y estaba sabroso, un sabor agridulce muy rico, el acompañamiento de repollo picante también estaba bueno.