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Domingo 9:45PM todos los restaurantes a los que fui en Coronado para cenar, me decían que ya estaban "cerrados" pero seguían con clientes comiendo y las puertas abiertas. Hasta que por divina casualidad llegué a Luna Rossa junto con mi novia. Llegamos y un joven nos abre la puerta, con sonrisa en cara y pena a la vez, nos dice que ya estaba cerrando, pero que revisaría en la cocina si nos podían atender. Al minuto regresó y nos dice que solo "Pizza y Lasagna". Nos sentamos y otro chico nos atiende. La verdad tenía mucho tiempo que en el territorio nacional no me sentía tan a gusto con la atención de un restaurante. Un chico Italiano, cob muy buena presencia nos ofrece la carta, ví el menú y a la vez me arrepentía no haber llegado unos minutos antes porque la verdad se veía super bueno. El chico nos recomienda la Lasaña Toscana, y sin pensarlos dos veces la pedimos. Mientras esperábamos, nos quedamos apreciando el ambiente, super bien decorado y la música de acorde con el lugar, muy relajante, sencillo y elegante a la vez. Nos llegó al cabo de 15 min nuestra Lasaña, y no miento, que al segundo bocado, ya estaba a punto de pedir otra. No se como explicar lo buena que estaba. La puedo comparar a la de mi madre(que esa no se la gana nadie). Al terminar de cenar, ya estaban alistando todo para cerrar, y la verdad me daba pena molestar y desistí de pedir postre. Al ir a pagar a la caja, me percato que detrás del Sr. Que cobrarba había un título de "Maestro Gelati". No pude con mi pena, y me fui donde el chico que me había atendido y le pregunté si estaban despachando helado, me dice" Vainilla, Chocolate y ..........(hubo un tiempo de suspenso)......Nueces". Obvimente pedí nueces y que me lo dieran para llevar. Pagué la cuenta, y nos despedimos de la que asumi es la dueña y los chicos que nos atendieron y la verdad que no me quería ir de lo agradable que fue la velada. Me montó al carro, y agarro en conjunto con mi novia una cucharada del helado, y solo me vino a la mente
