¡Las alitas BBQ al ron abuelo fueron una explosión de sabor que nos dejó boquiabiertos! Aunque quizás podrían haber sido un poco más generosas (tamaño) por el precio. Mi elección principal, el New York con puré rústico y tocino, fue una experiencia culinaria inolvidable. ¡Diez onzas de carne de primera acompañadas de un puré excelente! (¡Cuidado! ¡Puede estar hirviendo cuando lo llevan a la mesa!) Para acompañar la comida pedimos una jarra de sangría, que, para ser honestos, estuvo bien, pero nada que destacar. Estábamos tan llenos que ni siquiera pudimos pedir un postre, aunque la selección era un poco limitada No puedo dejar de mencionar la vista espectacular y las instalaciones del restaurante! Pero prepárate, el camino para llegar no es para cualquier auto.

La primera parada que hicimos en un trip y no decepcionó. Es el lugar perfecto para comer y tomar un par de tragos Justo frente al mar. La mejor forma de describir las porciones son como “bites”, pero eso es lo de menos porque la combinación de sabores es espectacular. Pedí los Patacones de guineo verde, mousse de frijoles y coco con rabito ahumado y quede con ganas de más, no por el tamaño de la porción, sino porque estuvieron excelentes.

Excelente lugar para desayunar, pero hay que tener presente que es un lugar muy visitado y la comida demora en llegar. La decoración hace que se sienta muy acogedor y el café es refill, eso siempre se aprecia. Pedí el Ultimate Santa Fe Ranchero y fue una comida muy completa. Las dos estrellas en servicio no es mas que por el tiempo de espera por la comida.

Parada obligatoria si uno va de visita a Boquete. El servicio, la comida y el ambiente hacen de este restaurante algo inolvidable, pero eso sí, es caro. Para empezar pedimos los Camarones Rockin’ que dieron un buen inicio con su picantito de la salsa chipotle. De plato fuerte pedí el Tierno Cochinillo con su Chicharrón y no decepciono. Buena porción, suave y con excelentes sabores. Acompañamos la comida con una jarra de sangría tinta que, a pesar de ser tres personas, era de no acabar. El malvavisco que dan al final para asar en la fogata es una experiencia para relajarse y conversar.

Lugar con excelente ambiente y comida. Fue nuestra primera parada en un tour gastronómico/extremo que hicimos un grupo de amigos en Boquete, venía muy bien recomendado, y no decepcionó. Pedí Rissoto con trufa negra, queso Asiago y estofado de res al vino Merlot y tuvo una muy buena consistencia, el estofado de deshacía con solo tocarlo y lo acompañe con una excelente copa de vino. A pesar de llegar cerca de la hora de cierre, no hubo mayor problema para pedir la comida y estuvo lista muy rápido. El restaurante tiene una muy buena relación calidad-precio-porciones.

Buen lugar para pasar el rato. Amplia variedad y muy recomendado. Las fresas estaban algo calientes, digamos temperatura ambiente, para mi gusto (las esperaba frías)