Personalmente me parece el mejor lugar de comida japonesa en Panama. Mucha variedad de rollos, todos muy elaborados aunque demasiado grandes. La pizza de sushi increíble al igual que la ensalada neptuno y los sashimis. Muy buen servicio. Siempre lleno.

Excelente la hamburguesa! Pedimos 2 entradas y se les habían terminado. Nos decidimos por pedir unos raviolis de entrada que estaban muy buenos. El servicio muy lento, poca atencion, se les ovidaba cambiar los platos,... Solamente 2 tipos de cerveza. Buen lugar para comer pero debe mejorar.

Muy buena elección en el multiplaza. Productos de máxima calidad. Excelentes sus ensaladas y la hamburguesa una de las mejores que he comido en la ciudad. El servicio correcto y muy bueno el diseño del local así como la limpieza.

Buenos conos con productos frescos. Recomendable el miyagui y el cono de anguila. También tienen delivery. Una muy buena solución para una almuerzo o cena rápida. El servicio correcto y el lugar muy limpio.

Bonito y acogedor restaurante en el Casco Viejo pero lo más importante su buena comida. Las entradas muy buenas y el atún sellado estaba simplemente perfecto. Me gustó el ambiente y sobretodo la terraza con vista a la catedral aunque no pude disfrutarla porque estaba llena. Servicio correcto. Sin duda repetiré.

De lo mejor que he probado en Panamá! De entrada recomiendo las croquetas y los calamares rellenos de langosta. Las 4 personas que fuimos pedimos diferentes pescados y todos perfectos. El postre fue un Coulant de Chocolate delicioso. Muy muy recomendable. Servicio muy bueno.

La semana pasada tuve oportunidad de cenar en Sal y me gustó bastante desde el momento que entré. De entrada pude probar el tartar de atún que estaba muy rico y como plato fuerte la entraña verdaderamente jugosa. Mi esposa pidió la hamburguesa con foie y también buena. El servicio me decepcionó bastante aunque quiero repetir para comprobar si es que estaban nerviosos por llevar poco tiempo abierto o simplemente es que no están bien entrenados. Me sorprendió negativamente que el encargado del lugar de repente se sentó en una mesa con su comida y su copa de vino a cenar como si de un cliente más se tratase. No se puede esperar a terminar el trabajo o al menos cenar donde nadie lo vea.