Bueno, el lugar es bien bonito. Fuimos unos amigos a ver el atardecer y tienen un lugar privilegiado que enmarca la cinta costera 3. La comida estuvo muy buena, pedimos entraña, pinchos de carne, pollo y vegetales, pechuga de pato, en fin... super delicado todo. Bebimos dos botellas de Malbec, todo bien dispuesto. Sin embargo, alguien debe decirle al dueño, que se relaje un poco. El ambiente se presta para pasar un buen rato conversando con amigos y en cuanto terminas de comer, te quiere echar. Algunos de mis acompañantes pidieron un cappuccino y lo que nos trajeron fue unos simples cafés negros con espuma en taza de espresso. No habíamos terminado de beber la bebida, aunque objetamos el error al mesero y con el clásico tono altanero de quien se cree muy "elitista", el que creímos que es el dueño nos solicitó nuestra mesa porque tenía gente esperando "por el lugar". En el ambiente no vi trabajando a ningún panameño, si acaso el barman. Todo el buen rato, se lo daño el señorito en 10 minutos. No regreso más ni mis acompañantes tampoco. Éramos 6 personas que seguramente consumimos cerca de 500 dólares mientras estuvimos.

Riquísimos cortes de carne, pero no me decepcionaron con los mariscos... deliciosos también. Lo que hace diferente a este lugar es el sabor que tienen sus carnes y las guarniciones de papa tipo mil hojas. Espectacular. También las ensaladas son ricas.

Me encantan los rollos de este lugar. Las gyozas son riquísimas para entrada, el satay de camarón con salsa de maní estaba exquisito. La limonada con hierbabuena, deliciosa. No puedo pedir más en cuanto al menú. El lugar, un poco bullicioso, pero con decoración original. Se llena bastante en las noches.

Voy recurrentemente porque trabajo en el área. Hace poco hubo cambio de administración nuevamente. Lo que he notado por el momento no ha sido mejoría. Se han equivocado varias veces en mis facturas de cobro (una con diferencias estratosféricas de mas de 30 dolares). El ultimo plato que probé fue salmón con crust de ajonjolí y puré. Ambos sosos en sabor, el crust era una exageración de ajonjolí, tanto que tuve que quitarle el exceso. Precios altos. Considere ir con 30 para cada comensal, a menos que pida entradas o hamburguesas. Con la administración pasada (venezolanos) estaban despegando bien, pero ahorita... no se. Considerando que el área de Panamá Pacifico se esta expandiendo en cartera de restaurantes, estoy considerando seriamente no regresar. Fail.

Yo no entiendo a algunos criticos. Para mi, son las mejores almejitas al ajillo que he probado y vaya que he probado MUCHAS! Raviolis hechos en casa, especialmente el de jamón es exquisito. Uno de los mejores lugares con salsa blanca, deliciosa mezcla entre el queso gratinado y el queso parmesano ralladito que ponen en la mesa. Líos de estacionamiento? No los he tenido. El truco es ir a las 8 y 30 o 9pm. Tan vació que parece reservado solo para nosotros, nunca he sentido larga la espera y la atención es buena, atenta. Musica a un prudente volumen para escuchar a tu acompañante, es relajante comer en la misma esquina, sin un alboroto de gente peleando mesas.

Este lugar me impresiono desde que llegue. Estaba atestado de gente! Es el ultimo grito del momento en sushi. Fuimos en un grupo de 5, y otros comensales nos "cedieron" una mesa alta; favor que luego cobraron echandonos en cara el gesto. Aislando esta particular situacion, todo lo demás fue ganancia. TODO lo que probé ese dia estuvo magnifico. La limonada con hierbabuena, las giozas exquisitas, los satay de camaron y el Atomik Magasaki roll. Me quedo con la buena experiencia, el ambiente bonito, la atencion excelente y la comida. Ojala no cambien!!!!

Es un restaurante de pizzas, ese es su fuerte. He probado las pastas y saben regular. No son lo peor, tampoco lo mejor. Como recomendación adicional, no acuda en un grupo muy grande. El servicio, ya de por si LENTO, demorara aun mas. Solo lo recomiendo si tienes mucha mucha mucha hambre y necesitas comer inmediatamente. Hay mejores opciones para pasta y pizza en el área, para diferentes presupuestos.

El restaurante es informal, minimalista. Lo que esta de moda, no es de impresionar. El horno es visualmente el mejor atractivo de la barra de la cocina. He ido en dos ocasiones. Pedimos focaccia de albahaca con tomates de entrada. Muy rica, llena de sabor sin ser grasosa, en una masa crujiente, delgada. Se sentían frescos los ingredientes. En la mesa pedimos muy variado, yo me fui por unos farfalle en salsa blanca con jamón serrano y hongos. Magistral. La mejor salsa blanca, bien lograda, cremosa. Usan un buen queso parmesano ralladito. La pasta al dente, buen equilibrio de sal lo cual agradezco porque es suficiente con el jamon serrano. La limonada es prácticamente un smoothie, pero esta deliciosa. Probé un poco de los raviolis de carne gratinados y también estuvieron ricos, pero no cambio mi plato de farfalle. Delicioso!

Me encanta Sushi House, el menú y todo. Pero tengo una queja. Me voy a referir a la sucursal de Howard, que es la que frecuento personalmente por motivos de trabajo: El local tiene 12 mesas para comensales y no poseen ningún estacionamiento específicamente señalizado para el restaurante Es prácticamente imposible encontrar un lugar para estacionarse. Aparte, bajo techo, tienen unos estacionamientos privados, asumo que para algún CEO de esas empresas que están en el centro. Tienen un seguridad monitoreando minuto por minuto y si no quitas tu carro en 15 minutos, te exhibe vergonzosamente entrando al restaurante, tocándose el reloj. No me parece el método, ni la estrategia. Con una actitud tan demandante y con mal modo, amenazan sticker en mano para que uno estacione así sea en una isleta. Creo que los perjudicados serán los comercios y restaurantes existentes. En mi caso particular, ni mi sombra aparecerá por esa área. Por lo que recomiendo a quienes tengan auto que acudan cuando hay estacionamientos (casi imposible) o que, como yo de ahora en adelante, usen el delivery de la sucursal de Howard (211-1122).

LOCAL: No soy de llegar a NYBC a sentarme a comer o beber nada. La falta de estacionamientos y paciencia no me lo permiten. COMIDA: Soy amante adicta del cafe. El que venden aquí, es riquisimo. Me gustan todas las variedades. Paro un momentito, lo compro y me voy. Recomiendo los bagels y -obviamente- cualquier café. Mi recomendación es ordenar para llevar e ir a comer al parque de via Argentina. Súper Relax.