Gratamente sorprendida de encontrar este lugar tipo cafetería, limpio, claro y con buen servicio, donde el comensal puede disfrutar, por un módico precio, de los delicados y sutiles sabores del Vietnam. Una excelente relación calidad-precio que sin lugar a dudas me hará volver frecuentemente. De entrada pedimos los rollitos de cerdo frito(nems), los de primavera en papel de arroz crudos con vegetales frescos y los de marisco. Los dos primeros estuvieron exquisitos pues el nem estaba crujiente sin ser grasoso y los rollos de primavera refrescantes y aromáticos. Los dos tenían rellenos con personalidad propia y venían acompañados de su salsa Nuoc mam deliciosa y equilibrada. Los de mariscos no los volvería a pedir pues eran apanados de forma burda, un poco grasosa y sin mucha gracias. Los platos fuertes: albóndigas, arroz mixto y alítas tenían muy buena sazón aunque para mi gusto estaban un poco pasados de dulce y esto termina hostigando, fueron el éxito de mis hijas. Todos los otros comensales que vi, en su gran mayoría asiáticos, venían claramente por la sopa PHO que tenía un aspecto espectacular. No puedo esperar la hora de volver a probarla.

Comida de calidad aceptable (entraña de buena calidad y por lo tanto sabor) pero preparada, cocinada y presentada sin amor y de forma descuidada. Se nota que el cliente no esta en la ecuacion como comensal sino como pagador!. Entrada de calamares apanado traía 6 anillos!!! $17 dolares por un calamar y medio. No los probé porque habría sido quitarle su plato favorito a mis hijas. Lo que si les puedo decir es que venía sobre una cama gigante de lechuga en julianas ( pasado de moda y un total desperdicio ya que no la sirven siquiera aliñada) supongo que para que no sea tan vistosa la pobreza del plato, y acompañada de una cantidad desmedida de salsa. Después llego la entraña que salvo la comida de un fiasco total, ya que lograron el término medio pedido. La parrillada era para llorar, un supuesto corte New York, totalmente pasado de fino, seco y sin sabor más digno de un menú ejecutivo de almorzadero de combate y no de restaurante o plato de 45 dólares! Chistorra, morcilla, molleja estándar. Todo servido sobre un especie de grill con base de papel aluminio inestable que se nos callo varias veces y nos toco recuperar de entre el.carbon apagado sin ninguna ayuda del mesero. No me atardo en los acompañantes que poco eran de resaltar sino para contarles que la ensalada no estaba aderezada y cuando se lo comente al mesero procedio a trarme un vinagre blanco genérico super penetrante sin aceite ni nada! Un chimichurri que solo trajeron cuando lo sugerimos que no estaba mal de sabor pero con el perejil que parecia haber sido picado por un albañil mas que por un cocinero. En cuanto al mesero era gentil, algo que no es evidente en todos lados por aquí, pero muy limitado en sus esfuerzos: salero sin sal fue remplazado, cuando lo pedimos, por tarro de sal gruesa en sus últimos minutos de vida donde sólo quedan rocas gigantes, lo del grill, lo de la ensalada....en fin. Un lugar absolutamente desequilibrado en cuanto calidad-precio.