Mi amigo me invito a probar hamburguesas; les cuento: llegamos temprano, mesa para dos, nos atendió rápidamente una señorita muy solar, profesional and very tattooed, nos explico todo y nos tomo la orden. El local se lleno, me gusta mucho el factor abierto y lograr ver hacia afuera es una de las cosas por las que regresare de seguro. Ordene una Rodeo Drive con papas fritas, me parece ilogico cambiar por aros de cebolla ya que te cobran un sobre precio de $1.50 y no te descuentan las papas fritas... En su presentacion la hamburguesa estaba bien armada, en detalle por el precio que pagas: la hamburguesa es pequeña, los vegetales no tenían sabor a parrilla (como dice el menú) y la proteína parecía pasada varias veces por el molino de carne junto a sus especias, osea muy parecida a la que consigues en un congelador de supermarket.... que paso con la carne molida gruesa? El gerente muy atento a nuestros “repetidos” llamados para ordenar unas cervezas, se acerco y nos comento que no esperaba tanta gente... Uhmm! esto no es excusa para que nuestra orden de hamburguesa llegara con el pan frio de fefrigerador... revisar procedimientos detalles! Así que lindo el ambiente, rápido el servicio y costosa la comida.

Paseando descubrimos este lugar que nos llamo la atencion, son las dos y media... nos acercamos y la señorita la cual con una gran sonrisa nos recibió y nos acompaño a la mesa, nos atendieron rápido y nos explicaron algunas dudas sobre el menú. Informe que prefería el corte grueso del sushimy... el mesero no sabia lo que era. Atún no había, pero el Pargo recomendado estaba freschisimo y me atrajo la atencion el roll de pulpo a la gallega, muy interesante el sabor marcado del polvo de aceituna y la textura del pulpo. Probamos los camarones rebosados, sopa misu y un plato fuerte de mariscos tipo sopa muy buenos. Nos acojio la ambientación sencilla, en si separada por locales pero al mismo tiempo amplio y bien distribuido.

Clasico modelo de "trattoria italiana" donde conseguir comida buena a buen precio y servicio rápido, en un lugar muy pero muy sencillo. En detalle desde la pizza pasando por las pastas y los platos fuertes todo es abundante en relación al precio; el servicio es rápido: buenas que desean ordenar y se van.... ordena todo porque es difícil que alguien vuelva a ver si necesitas algo mas, todo es correr correr... El ambiente normal y ruidoso.

Mesa para nueve, sin reservar, nos atendieron muy bien y no esperamos mucho. Mientras ordenamos, el pan fue la estrella del momento, dos de nosotros seguimos el consejo del salonero de probar el pescado del dia y los demás distintos cortes de carne. Todo fue muy ameno, sabroso y cordial. Se notan los años de gran trabajo en la estructura del local, pero no es una critica es una gran característica.... mucho merito.

Ganas de hamburguesa, ok! franquicia americana y nueva en la ciudad a probar. Entramos y esperamos relativamente poco para ser acompañados a la mesa, ordenamos dos hamburguesas clásicas, una bien cocida..... y un servicio al bufete como entrada, nada del otro mundo pero todas las ensaladas y vegetales frescos, llego lo que estábamos esperando con una cantidad enorme de papas... y una tuvimos que devolverla por la falta de cocción.... El gusto y la sazón de la carne muy buenos el pan una sorpresa, el servicio ordenado y siempre atento, el ambiente americano se nota en los particulares... que mas decir; franquicia!

Estaba en la zona y comí en la barra, otro día junto a unos clientes y otra vez en familia.... siempre la misma sensación: estoy en la feria de un centro comercial! La comida se hace esperar pero buena, siempre crujiente y fresca. El servicio, apático, falta de motivación... se trasmite a los comensales y clientes. El ambiente le falta el carisma. Es un restaurante, no una tienda de food court!

Por el lugar donde esta es una "opción" para alimentarse, pero por lo que se paga el bufete no está al altura del nombre que lleva y el servicio no tiene la capacidad ni la motivación requerida. El ambiente en sí necesita una atención al 100% de decoradores y arquitectos que valoricen el restaurant y no apoyarse sólo por la estructura estrena que realizaron 100 años atrás.

Dos parejas, optamos por una mesa en la terraza y esa noche entramos a ver para elegir la bebida y nos decidimos por dos distintas cervezas en botellas de 75 cl. Ordenamos las tapas y esperamos. El salonero volvió, con cortesía y un poco apenado nos indico que no encontraba las botellas ordenadas, mi amigo tuvo que levantarse e indicarselas. Todo prosiguió en la normalidad, normal el servicio, normal las tapas, normal el sabor..... todo demasiado normal. La cuenta estuvo unos dolares arriba de lo normal... por lo que nos ofrecieron! Si consideramos que el ambiente es muy agradable, me gustara la próxima vez encontrar esos sabores de España por los que pague y no probé.

La cocina sabe lo suyo, la profesionalidad expresada en los platos y las sensaciones bien marcadas en la composición final denotan una calidad alta de duro trabajo. El servicio se comporta al altura de lo requerido. En lo único que noto una falta es que los decoradores deberían considerar de dar un suave "toque" al ambiente y ...revisar los goteos de los aires.

Muy atentos los saloneros, con simpatía nos atendió y nos aconsejo como y que ordenar ya que para nosotros era la primera vez. Fue un torbinillo de sabores algunos especiados otros dulce, todos al paladar muy balanceados se nota como siguen las recetas al pie de la letra, degustamos muchos platos. El lugar es lo mas relajado y tranquilo, es para ir a disfrutar el momento de comer.