Qué decepción! tenía tiempo de no ir a este restaurante y, al parecer, los dueños no son los mismos. Está sucio, el aire acondicionado no servía...antes uno llegaba y estaba lleno...ya no. El ceviche de pescado estaba malísimo (hasta el del supermercado está mejor). Y pedí un chupe de camarones...qué decepción al ver el plato comparado con la foto del menú...y el arroz de la sopa estaba crudo. Para terminar de rematar, el chef salió de la cocina y cuando regresaba, unos cientes que estaban en la mesa de al lado lo llamaron, imagino que para preguntar por alguna recomendación del menú, y él, primero frenó, para luego seguir su camino hacia la cocina ignorandoa los clientes. Sinceramente, no vuelvo...qué lamentable que el que consideraba el mejor restaurante peruano en Panamá haya caído en tal desgracia.

Quería ir desde hace rato a probar este shawarma porque había escuchado muy buenos comentarios de varias personas...y no me defraudó. Es muy rico...aunque lo sentí un poco pasado de sal y me imagino que es por el montón de rica salsa que le ponen. Es difícil comerlo bien porque está bastante relleno y se desborda. Lo pedí para llevar porque el lugar no tiene ambiente ni había sillas desocupadas. Siempre hay que tener al lado como 4 servilletas mínimo :) Quisiera un día pedirlo sin salsas para probar el sabor de las carnes.

Le dí otra oportunidad a esta cafetería y a sus quesitos. Varias veces he vuelto y hay veces en que los quesitos son deliciosos y otros en donde están malos...de repente puede ser que a veces los hace la dueña y otras veces los hace el señor que tienen contratado. He probado un emparedado de varios quesos muy rico, una hamburguesa muy mala (la carne sosa), unos cupcakes que a veces son muy ricos y otras veces son normales, una ensalada buena. La verdad que siempre es una sorpresa ya que puede ser muy bueno o puede ser muy malo...muy inconsistente.

La comida está bien, bastante fresco, los postres también están muy ricos. Lo único malísimo fue el servicio...el mesero nos dejó hablando solas cuando le estábamos haciendo el pedido porque una compañera de él lo llamó y se fue, volvió a los 2 minutos...imperdonable! Los postres los trajo sin cucharas y hubo que pedírselas 2 veces, al igual que el agua. La entrada la trajo con la comida...definitivamente que el servicio fue horrible, el peor que he visto en años! Se salvan por la comida.

He ido muchas veces ya. Los postres griegos son deliciosos, los chocolates siempre agradan ya que todas las semanas te encuentras con diferentes rellenos que a veces no tienen etiquetados, por consiguiente, es una sorpresa cuando los muerdes. Los jugos ricos, el emparedado de salmón bueno, las tiropitas también, hasta la empanada de queso feta y el café son deliciosos. El servicio bastante bueno. Lo malo sucede afuera, donde hay escasos estacionamientos y no a todos nos agrada dejar nuestro carro a un valet parking; y si tienes suerte y encuentras estacionamiento, el guardia de seguridad se pasa de "amable" (tanto, que casi me rompe la manilla de la puerta de mi carro) para que le den propina tipo "bien cuidao" como dijo apropiadamente otro visitante. Incluso a veces se juntan tres y se ponen a lujuriar y a decir tonterías, cosa que incomoda mucho y dan ganas de no volver más. Siempre las mesas están llenas así que pido para llevar.

El pan tan tostado que rompe el cielo de la boca. Esperé alrededor de 15 minutos para darme cuenta que el mesero tomó como orden medio emparedado en lugar de uno completo. Muy caro...la relación precio, cantidad y calidad no es acorde. No vuelvo y no lo recomiendo.

Leí aquí que los "quesitos" son lo mejor y me atreví a ir hasta la Ciudad Del Saber a probarlos...total decepción! Primero, como están remodelando casi no hay estacionamientos; segundo, me topé con un local atiborrado de estudiantes; tercero, no habían "quesitos" horror!!! ...pero milagro! salió un señor de la cocina con una canasta llena de los mentados "quesitos". Pensé que había valido la pena la espera y que me tocarían unos recién hechos :P y calentitos...triste final porque estaban fríos, duros, tenían poco relleno...definitivamente que he probado miles de cosas mejores y no he tenido que ir tan lejos para ello. Anteriormente, en previas visitas, había probado los croissant de chocolate que sí están muy muy ricos, unas bolas de queso que están bastante pasables (con café) y un choripan absolutamente olvidable e incomible. Debo probar las hamburguesas y las otras cosas del menú pero siempre está lleno de comensales el lugar (por ese motivo todavía le doy chance a esta cafetería) y nunca hay mesa.

Me agradó que el menú no era tan vasto ni enredado. La atención fue buena. El ambiente es normal. La entrada que pedimos de chilli fries no estuvo mala pero demoró un poco en llegar. Los platos fuertes también demoraron. Pedimos entraña y Smoke Shak Ribs...la entraña estuvo deliciosa pese a que la pedí término 3/4 y llegó como 15/16 pero volvería por ella, el acompañate de frijoles era como pork & beans en lata con un poco de ajo, olvidables!. Las Ribs estaban duras...me gustan cuando se desprenden solitas del hueso y en otros restaurantes de Panamá las he probado así, pero estas me decepcionaron mucho ya que acá solamente había leído buenas recomendaciones sobre éstas y fui con elevadas expectativas. En global, del 1 al 10, lo calificaría con un 6.8.

Bueno, tiene platos buenos en sabor y platos no tan buenos. Es un restaurante que resuelve cuando uno no quiere cocinar ni comer pizzas o hamburguesas. Pero el Jueves Santo tuve una gran sorpresa negativa. Después de hacer mi pedido y cuando me dijeron el precio a pagar me asusté y le pregunté a la cajera que por qué tan caro...su respuesta fue "ahhh, es que los precios subieron el martes", es decir dos días antes. Mas, sin embargo, el precio que exhibían en el menú no había cambiado. Lo único que pude decirle para demostrar mi enojo y sorpresa fue "ya no se puede ni ir a comer a Don Lee". Desde que cambiaron el envase por los de cartón ya no es lo mismo, las porciones son más chicas y los precios son súper elevados para lo que se está comprando. En el pollo con pepitas de marañon hay que rastrear a estas últimas...los camarones son más chicos y te echan menos. Definitivamente que el costo de la vida es más alto pero cuando subes los precios, bajas la cantidad, la calidad y las porciones, jamás vas a tener más comensales sino todo lo contrario. Deberían considerarlo. Por mi parte, volvería solamente por la carne con hojas de mostaza y arroz blanco aunque me sirvieran la mitad y me cobraran lo mismo porque es algo que lo vale...pero esto no sería más de una vez al mes.

Me encantan las galletas de coco. Son las mejores que he probado en mi vida entera. Los precios son un poco elevados pero lo valen para la calidad que ofrecen. Los recomiendo mucho. No se arrepentirán de ir.