La atención es muy deficiente, tardaron mucho en atender, considerando que sólo había una familia panameña en el lugar. Mayormente me preguntaron si quería algo luego de pasar por la familiar, como "y usted quiere algo?". Parece de esos lugares en Panamá donde extranjeros no son bien vistos. Algunos platos son ricos (pollo con caramelo), pero otros como el cheesecake estaban secos y sin gusto. Por el precio que se paga estuvo muy por debajo de mis expectativas.
Lo más rescatable es el ambiente, una pena que no presten atención al servicio.
Resumen: pésimo servicio, ambiente ruidoso aunque limpio, comida está bien pero podría ser mejor por el precio.
Fui un domingo por el promocionado brunch y sólo tenían almuerzo.
Apenas me estaba sentando cuando el mozo empezó a querer traerme cosas y de las más costosas. Empezó con "le traigo un agua" (algo común hoy en día), pero en lugar de vaso me trajo una botella de 5 dólares "agua volcánica de la mejor". Luego me ofreció carne roja o blanca, sin explicar cómo se servía ni qué opciones tenían. "Dígame carne roja o blanca nomas, se lo traigo enseguida". Y seguido, me ofreció puré, le dije prefiero ensalada, pero se puso a hablar con otro empleado y este otro le dijo "traele puré" ??? Ridículo. Luego del pedido volvió para ofrecerme una entrada 2 veces con insistencia porque "pidalo, sale rápido, la carne roja demora", a la segunda vez y porque ya era incómodo, le dije si (solo tienen carpaccio y chorizo). En lugar de chorizo trajeron una croqueta de carne molida hecha con mucho aceite. Lo dejé. Al llegar la "carne roja" descubrí que era una entraña a término medio (había pedido bien jugosa) que no estaba muy tierna, de todas maneras no es fácil encontrar buena carne en Panamá así que está en lo esperado. La ensalada no tenía gusto a nada y no tienen sal para ponerle (nunca vi esto), por suerte el puré que no había pedido si estaba rico. Me trajeron una copa de vino supuestamente argentino (nunca mostró la botella pero aseguró que sí) sin preguntar cepa ni procedencia por supuesto, sólo "le traigo vino"... quizá no tenían mucha opción, pero en la cuenta luego vi que no es un vino barato así que supongo le sirvió al mozo para vender más caro. Para cerrar y luego de decirle 2 o 3 veces que no a "le traigo postre o digestivo, o las 2 cosas" con insistencia pude pagar e irme. La experiencia fue muy negativa y lamentablemente como algunos otros lugares que he visitado no es nada del otro mundo, pero sí tiene demasiado marketing y uno se imagina algo mejor. Intentan hacer que gastes todo lo posible, en lugar de darte una buena experiencia gastronómica.
La Selva Panama
La atención es muy deficiente, tardaron mucho en atender, considerando que sólo había una familia panameña en el lugar. Mayormente me preguntaron si quería algo luego de pasar por la familiar, como "y usted quiere algo?". Parece de esos lugares en Panamá donde extranjeros no son bien vistos. Algunos platos son ricos (pollo con caramelo), pero otros como el cheesecake estaban secos y sin gusto. Por el precio que se paga estuvo muy por debajo de mis expectativas. Lo más rescatable es el ambiente, una pena que no presten atención al servicio.
Chèvre
Resumen: pésimo servicio, ambiente ruidoso aunque limpio, comida está bien pero podría ser mejor por el precio. Fui un domingo por el promocionado brunch y sólo tenían almuerzo. Apenas me estaba sentando cuando el mozo empezó a querer traerme cosas y de las más costosas. Empezó con "le traigo un agua" (algo común hoy en día), pero en lugar de vaso me trajo una botella de 5 dólares "agua volcánica de la mejor". Luego me ofreció carne roja o blanca, sin explicar cómo se servía ni qué opciones tenían. "Dígame carne roja o blanca nomas, se lo traigo enseguida". Y seguido, me ofreció puré, le dije prefiero ensalada, pero se puso a hablar con otro empleado y este otro le dijo "traele puré" ??? Ridículo. Luego del pedido volvió para ofrecerme una entrada 2 veces con insistencia porque "pidalo, sale rápido, la carne roja demora", a la segunda vez y porque ya era incómodo, le dije si (solo tienen carpaccio y chorizo). En lugar de chorizo trajeron una croqueta de carne molida hecha con mucho aceite. Lo dejé. Al llegar la "carne roja" descubrí que era una entraña a término medio (había pedido bien jugosa) que no estaba muy tierna, de todas maneras no es fácil encontrar buena carne en Panamá así que está en lo esperado. La ensalada no tenía gusto a nada y no tienen sal para ponerle (nunca vi esto), por suerte el puré que no había pedido si estaba rico. Me trajeron una copa de vino supuestamente argentino (nunca mostró la botella pero aseguró que sí) sin preguntar cepa ni procedencia por supuesto, sólo "le traigo vino"... quizá no tenían mucha opción, pero en la cuenta luego vi que no es un vino barato así que supongo le sirvió al mozo para vender más caro. Para cerrar y luego de decirle 2 o 3 veces que no a "le traigo postre o digestivo, o las 2 cosas" con insistencia pude pagar e irme. La experiencia fue muy negativa y lamentablemente como algunos otros lugares que he visitado no es nada del otro mundo, pero sí tiene demasiado marketing y uno se imagina algo mejor. Intentan hacer que gastes todo lo posible, en lugar de darte una buena experiencia gastronómica.