Era nuestra 3ra. vez en este restaurente y creo que la ultima. Primero nos dieron una mesa media sucia y no fuera gran cosa sino colocaran los cubiertos directamente sobre la mesa sin servilletas o mantel, simplemente inaceptable. El servicio es regular, pero los saloneros no saben describir los platos y solo nos imaginamos los mismos, errooor, eso no salio bien. Ningunos de los platos que pedimos era de nuestras aceptación y solo el burrito de coredero y las chuletas pasaron la prueba. El resto de lo que pedimos (grupo de 4) :sopa de pollo con curry, berenjena, risoto de remolachas, no estaban buenos y las carnes como principal no estaban en el punto pedido y pescados sin nada de sabor. Dios, si me imagino esto pido una hanmburguesa que se que son siempre buenas. Del ambiente, tengo que decir que ha bajado muuuuucho, antes alguien se encargaba del piano y era una ambiente bien romántico y a veces divertido, pero ahora es solo un restaurante mas en el casco con una comida que no se comapara con la calidad de mis dos visitas anteriores. No se que pasó, pero no es lo mismo desde que abrió (si lo comparas con el chiste de ahora) y fuimos unos de los primeros clientes (dicho por el manager) que visitamos el lugar en ese entonces, creo que fue a principio de diciembre 2011, pero ahora no lo recomiendo a nadie. Es una lastimas porque fui con unos invitados extranjeros y quería impresionarlos, pero me salio el tiro por la culara. Mejor voy sola con mi marido antes de trae invitados a ver sino ha cambiado el restaurante que pienso en llevarlo. Es una lastima que esto siempre pase en Panamá.

Definitivamente una de las mejores opciones para comer pasta en Panamá, tiene el sabor de casa como si fuera mi nona italiana que hiciera la comida. Las veces que he ido me ha gustado mucho el ambiente y hay platos nuevos que no estaban antes que complementan aun más la variedad del menú. Todos los del grupo hablaron maravillas de la comida al igual que los postres. El servicio a pesar de ser bueno, puede mejorar.

Excelente opción de comida oriental, no es solo japonesa debido a los ingredientes que usa en el tepanyaki. Los chef son orientales y te dan esa sensación de que lo que estás comiendo es realmente oriental, no como en otros restaurantes orientales que el chef resulta ser de Arraiján (me pasó un vez). Relación de precio-calidad es muy buena y todo depende de lo que pidas, pero en general es realmente fair. A pesar de que está en el Cangrejo para cenar es muy fácil y acccesible para llegar, la historia es diferente al 1/2 día debido al tráfico. Ciudado con los flambeados, los cocineros tienen cuidado, pero recuerden que siempre es peligroso. Es una tradición que siempre hay que repetir.

Es la tercer vez que voy con mi esposo a este resturante y cada vez la experiencia es diferente. Es difícil calificarlo ya que si bien es cierto que a veces las combinaciones de platos son fenomenales, hay otras en que no es tan bueno, creo que depende del humor del chef, no es constante. Sobre el servicio y ambiente pienso que tiene una excelente combinación de ambos y si lo acompañas con una buena botella de vino, completas la noche. Recomendado para salir con visitas del extranjero.

Las porciones son buenas y los precios accesibles, pero la calidad de la comida deja mucho que desear, podría mejorar la presentación . Buen servicio en general.

Excelente ambiente, muy buena comida. Servicio atento y amable. Puede haber problemas para llegar debido a la ubicación, pero en Panamá es un mal general.

Ya lo conociamos y por eso volvimos. Luego de esperar x más de una hora por los platos fuertes y darnos cuenta de que todas las mesas eran atendidas menos la mia, le preguntamos al salonero sobre la comida y es en ese momento que nos damos cuenta de que nunca pidió nuestra comida a la cocina porque extravió la orden y no sabía lo que habiamos pedido. Me alteré tanto que solo atiné a pedir la cuenta y hablar con el supervisor. Este pensó que queriamos algo gratis x lo sucedido y lo que hizo fue empeorar más la ya decepcionante situación. A las 5:00 p.m. mi familia no había comido. Debo decir que a pesar de todo, el salonero era bien atento y amable, pero la falta de coordinación echó TODO a perder. Lástima, tenía una buena imagen de este restautante, pero todo cambia en un segundo.

Bella vista, comida buena y abundante, buena relación entre precio y calidad de los platos.