Excelente para comer algo rapido y seguir trabajando. Para pasar un rato despues de la oficina o para despues de la rumba.

Muy bueno todo, muy esmerado servicio, carta variada. Excelente opción para comer bien a un precio justo en está área de la ciudad.

Los helados pésimos y las porciones mínimas, racionadas, descaradamente medidas. No volveremos, más cuando teníamos tan buenas referencias y habiendo muchas otras buenas opciones para comer un buen helado.

Nos sorprendió el ambiente. Deficiente los tiempos en la barra; se excusaron con que les falto un bartender pero para ser un lugar con el alcohol como protagonista es un problema. Las entradas que pedimos muy buenas.

Puede mejorar mucho la comida. Quizás sea bueno en un horario diferente al que fuimos pero debe ser bueno y constante siempre. Las costillitas estaban recalentadas, algunos ingrediente poco frescos en el arroz chino y el pollo con miel y ajonjolí pudo estar mejor. Muy buenas las limpias. Muy atento el personal.

Tenía mucha curiosidad del lugar pues soy amantes del golf. Aproveche una publicidad que llego al correo sobre el menú ejecutivo y decidí ir a comer algo rápido. El ambiente excelente, la decoración y el concepto. La atención un poco fría por parte de los meseros, las mesas tan distantes y el poco personal hacen difícil el contacto visual. Pedí una hamburguesa de supuesto angus. Las papas fritas excelentes, el pan mundial pero la carne nefasta, carbonizada. Pasando por alto el detalle de que no me preguntaron la cocción, imperdonable error porque el sabor a carbón arruinó todo lo demás. Espero que puedan mejorar y les vaya muy bien.

Primera vez que vamos a este lugar y de seguro será la última: nos llamó la atención lo de comida española fusión pero realmente sería española e internacional. Los televisores que vimos antes de entrar son siempre un mal augurio. Una anfitriona muy mal vestida nos señaló una barra muy pequeña para esperar, parados, la mesa, los vasos sucios de dedos y la atención demorada para preparar un trago seguían restando puntos. Sin agua en la mesa, sin menú, completamente ignorados por los mesonero finalmente nos atendió Leo haciendo su mayor esfuerzo, tomando las previsiones ordenamos todo de una vez, sin embargo el vino nunca llegó, no había, pedimos otro, finalmente brindamos y nos trajeron dos ogajas de pan con una mantequilla helada. De ahí en adelante mejoró la experiencia con dos buenas entradas y platos. La cuenta super elevada ameritaría un mejor ambiente y un mejor servicio. La guinda del pastel; el valet parking nos exigió propina.

El ceviche que debe ser el plato insigne de cualquier restaurante peruano, carecía esta vez de la sutileza y los pequeños detalle que hace de este plato típico algo especial; el pescado estaba incorrectamente cortado, por lo que las durezas y fibras se hicieron presente. Lo mismo ocurrió con el lomo saltado, trozos irregulares, cocción diferente entre un bocado y otro. Cosas para cuidar y mejorar. Mención aparte la carta de vino que es variada y accesible, invita a acompañar la comida siempre con una copa. La atención como siempre impecable y el ambiente ideal para una celebración especial.

El epíteto de "la mejor pizza de Panama" llegó a su fin el día de hoy. Dos pizzas para el olvido; jamón? O jamón endiablado?? Ingredientes poco frescos, salsa extremadamente artificial, hasta la alcachofa y los esparragos que sabemos son enlatados estaba en un pésimo estado. Espero puedan recuperar el nivel, hasta entonces pierden a unos fieles comensales.