Éramos un grupo grande (9 personas) por lo tanto hicimos reserva por la aplicación sin embargo, por la cantidad, esta no incluía el descuento. El servicio fue excepcional, los meseros siempre estuvieron atentos a nuestros pedidos y la comida llegó toda al mismo tiempo. Entre todos pedimos las siguientes comidas, entre entradas y plato fuerte. Escala en base a 👍🏼👍🏼👍🏼 como máximo - Ensalada César con y sin pollo (regular). - Camarones al ajillo (👍🏼👍🏼👍🏼) - Focaccia (👍🏼👍🏼👍🏼) - Bruschetta De tomate y queso (👍🏼👍🏼) - Lasagna de carne (regular) - Meat Ball Penne (regular) - Pasta de Mariscos (👍🏼👍🏼👍🏼) no es el nombre. - Entraña (regular, estaba dura y seca) - Pizza de Queso y Hawaiana (👍🏼👍🏼) - Piña Colada (👍🏼👍🏼) algo dulce. - Cheesecake (regular) Honestamente el postre que pedimos en esta ronda no la recomiendo pero tienen un pie de limón que vale la pena probar.

Mi familia solía asistir a este restaurante todo el tiempo. Las papitas con romero, de hecho, siguen siendo las favoritas de mi mamá. En mi opinión la hamburguesa y el lava cake era lo mejor del menú. Todo es cambió cuando un día pasaron 3 cosas. 1. Esperamos casi 45 minutos después de comer por un lavacake que jamás llegó. 2. Los meseros nos dijeron que se habían enredado los pedidos, que se había dañado el horno y varias excusas más que coincidían con ninguna de las sus compañeros. 3. En nuestra espera salieron varios lavacakes para otras mesas aún después de habernos dicho que el horno estaba dañado.

Llegamos temprano a la reserva y nos sentaron de inmediato. El restaurante estaba bastante ocupado pero la comida llegó de manera rápida. Excelente servicio y atención al cliente.

Físicamente el restaurante es agradable y está decorado alusivo al país y la comida. El servicio fue rápido aunque al intentar pedir se me comentó que ya no había más bubble tea. La comida estaba deliciosa y llegó al mismo tiempo a pesar de que dos personas pidieron ramen, 1 sushi y 1 plato completo. La mesera fue muy amable y siempre estuvieron pendientes de la mesa. Recomiendo tener una noción de cómo comer con palitos y no tener miedo de los ingredientes de los ramen. Aceptan tarjetas de crédito, débito y efectivo. Cuentan con baños y aire acondicionado.

El ambiente es como transportarse a otro lado, tienen una pared de vino y barriles de queso. Lo he visitado dos veces y en ambas los meseros fueron excelentes. Si menú es muy variado ( tienen pizza, lasagna, pasta, aves, carnes, pescado, ensaladas,etc.) y cuentan con pasta sin gluten. Sin embargo, no recomiendo pedir carnes ni pollo como plato principal ya que no es su especialidad y se nota. Las pastas por otro lado no me decepcionan.

Menú es variado: tiene platos vegetarianos, menú para niños, sushi, diversos tipos de arroz, sopas, etc. Las porciones tienden a ser algo grandes pero comestibles. Su variedad de sushi es excelente ( a mi no me gusta pero probé el Komodo Crocante y estaba rico) además tienen nigiris y otros tipos. En cuanto a atención, los meseros son muy atentos y aunque el lugar esté rebozando hacen su mejor esfuerzo por atenderte. Tiende a llenarse bastante en especial en las tardes y los fines de semana. Lo malo: Esta semana me ocurrió un incidente. Éramos un total de 5 personas en la mesa de las cuales 3 pidieron sushi. Supongo que para intentar traer todo junto se apresuraron en cocinar mi plato (un teriyaki de salmón) pero no tuvieron tiempo suficiente y el pescado llegó poco cocido y en una parte crudo.

Sus emparedados son deliciosos y no están resecos a pesar de estar en aire todo el día. Los postres por otro lado tiende a estar algo resecos ya que pasan expuestos al aire acondicionado y tienen a estar precortados. Su café es fuerte pero se esmeran con sacarte una sonrisa con sus decoraciones. Los estacionamientos son algo estrechos. Pedir es un poco complicado si vas por primera vez ya que tienes que pedir en la caja y luego pasar a la cafetería. Tienen agua, servilletas, cubiertos y carrizos disponibles para los clientes, también cuentan con baños.

Su menú es corto pero delicioso, y tienen una gran variedad de bebidas en diversos géneros. He ido varias veces durante el transcurso de dos años y debo decir que hay veces que las hamburguesas no están igual de buenas, no me mal interpreten, siguen siendo deliciosas pero les falta ese toque de excelencia que ya he probado antes en ellas. Las papas fritas siguen siendo deliciosas. El ambiente considero que es mejor en la tarde-noche si te gusta algo más divertido (aunque, a estas horas se llena más y por lo tanto hay más fila y espera) pero si deseas un ambiente relativamente tranquilo deberías visitar durante el día. Si quieren estar seguros de obtener mesa (especialmente en la noche y en ocasiones especiales), sugiero reserven una porque muchas veces se llena y a veces si no están todos los miembros presentes no te sientan. Es un excelente restaurante y la Embajadora es mi hamburguesa favorita de todas las que he probado, lo recomendaría a cualquiera que quiera una hamburguesa diferente y esté dispuesto a pagar por ella. (En mi opinión no es necesario pedir entrada porque tiendes a llenarte más rápido y no disfrutas/puedes con la comida)