Fui por primera vez almorzar con mi familia y amigos para celebrar mi cumpleaños y nos llevamos una grata sorpresa. Deliciosa la comida, pero el protagonismo quedó para las almejas (supremas!) y el tiramisú de cortesía para apagar mi vela (no he comido otro igual). La excelente atención en un ambiente vintage y muy acogedor hizo de la celebración un momento muy agradable y digno de repetir. Lo recomiendo.

Fuimos un domingo a almorzar buscando un lugar agradable a la orilla del mar donde poder comer pescado fresco. Desafortunadamente no fue lo que esperabamos ya que habia un DJ con la música a tal volumen que no se podía ni hablar En cuanto a la comida, los camarones rebosados de entrada estuvieron bien; pedimos pescado frito y la verdad estaba seco y sin mucho sabor; los acompañantes salados. No fue una buena experiencia, no creo que regrese.

Anoche fui con mi esposo a cenar a este restaurante con altas expectativas y honestamente nos decepcionamos. De entrada ordené unos camarones apanados acompañados de salsa labne a los que les faltaba sabor y mi esposo pidió los chicharrones que parecían recalentados en el microondas. De plato fuerte ordenamos para compartir vieras en una salsa a base de maracuyá y unos espárragos; las vieras bien logradas pero la salsa no les hizo el honor; los espárragos estaban buenos. De postre ordenamos el carbón rústico que realmente no nos pareció nada impresionante. En lineas generales a la comida le faltaba sabor, ese no sé qué que hace que las pupilas gustativas exploten en la boca y parecía lista y recalentada. Sinceramente no nos gustó y nos pareció caro en relación valor- calidad (150$ incluyendo un trago cada uno). No volveremos y no lo recomendamos.

Fui con mi familia a almorzar y pedimos un buen surtido de la variedad de platos que ofrecen. Nos gustó la comida pero lo que realmente nos encantó fue el ambiente, el buen servicio y lo rápido de la atención. Valió la pena probarlo pero, no se si repetiría por la comida, más si para pasar un rato divertido con familia o amigos.

Excelente opción para degustar la gastronomía de diferentes regiones de México, sabores auténticos y bien balanceados. Pedimos varios platos para compartir de los cuales, para mi gusto, resaltaron los tacos al pastor. Buen bar, ofrecen una buena variedad de bebidas para todos los gustos. Muy buen servicio en un ambiente sobrio y muy romántico. Lo recomiendo.

La carne y las guarniciones estuvieron bien, pero el menú poco creativo; no me gustaron los postres. En cuanto al ambiente, muy ameno y cómodo, pero la música tenía demasiado volumen para un restaurante.