Un Restaurante japonés de gran tradición y más de 40 años de funcionamiento en nuestro país con una decoración que recuerda una casa tradicional japonesa. Ambiente relajado, bella iluminación y música relajada que invita a una conversación tranquila al final del día. No pierde su nivel desde mi última visita muchos años atrás. La comida es perfecta, el sabor excepcional y lo más difícil mantener la calidad. Lo recomiendo.

Acudí a este pequeño restaurante en San Francisco por las reseñas que leí en Degusta. Los establecimientos son limitados y compartidos con una peluquería. El ambiente es como una cocina familiar de la nonna, íntimo y pequeño. Buena atención, la comida es buena hay cervezas y vinos italianos. Todo dentro de lo esperado para un restaurante familiar italiano.

Buscando alternativas encontré este curioso restaurante en Obarrio en una Plaza Comercial sobre la calle Samuel Lewis. Es una cocina de autor de base mexicana con giros españoles, japoneses, orientales. Es para ir en plan degustación y probar varias propuestas. Hay seguridad, buen servicio, aparentemente es pet friendly, es limpio, iluminación agradable pero no tiene buena acústica y si coincides con comensales escandalosos, el ruido no te permite hablar. La comida escandalosos interesante y vale la pena explorarla, ya que hay platos fuera de lo común.

Un restaurante con un ambiente hogareño, acogedor, agradable con un área cerrada con aire acondicionado y una terraza al aire libre frente a una piscina en donde sus platos son realizados al grill. Interesante propuesta con una combinación de platos españoles, argentinos e italianos. Servicio es rápido, los platos llegaron con prontitud, hay estacionamientos disponibles en el local.

Agradable sorpresa en San Francisco que encontré de forma casual en degusta dentro de las nuevas ofertas gastronómicas. Buen servicio, excelente ambiente, entorno relajante. La comida sensacional y memorable, mis invitados me han hablado de la cena desde entonces. Amplia selección de vinos y cocteles de autor. Lo recomiendo ampliamente, este restaurante no te defraudará.

Excelente experiencia. Visualmente es muy atractivo, elegante decoración, con música tropical que permite la conversación sin esforzarse para escuchar ni levantar la voz. Esmerada atención, los meseros pendientes de todas las mesas, no me faltó el vaso lleno de agua. Coctelería de autor y platos de cocina mediterránea con un twist interesante. Todo me gustó, decliné el postre en esta primera oportunidad porque me sentí satisfecho con las entradas y plato principal. El menú me dejó curioso.

Tengo que decirles que logré sentarme en mi tercer intento. Recomiendo reservar llamando al número de teléfono. Lastimosamente no hay la posibilidad de reservar con degusta. Estacionamiento es limitado, pero tienen un servicio de valet parking. La decoración se parece a la cantina de Tatoine. Servicio amable y eficiente, local estaba lleno. Variedad de platos, no comí nada que no me gustara, muy bueno. El único detalle fue que hubo un error de la cuenta en donde me incluyeron 3 platos que no había consumido. No hubo una explicación satisfactoria.

Buscando nuevas opciones decidí probar suerte en el área de San Francisco y una de sus calles me llamó la atención el local. Un pequeño chalet con estacionamientos en su parte frontal, es seguro, la decoración es sencilla, es limpio aunque hay poca iluminación, el servicio amable, te atiende el chef personalmente y están pendientes de tus necesidades. El menú esta dentro de lo esperado para un restaurante italiano con opciones de pizza y con algunos platos novedosos. La presentación de la comida es agradable a los ojos. Se toman algunas licencias que son interesantes como reemplazar orégano o albahaca por cebollina o culantro. Hay Cervezas italianas y vinos. La comida estuvo bien, para mi gusto destacó il pasticchio con berenjena y chorizo italiano.

Excelente experiencia culinaria de tipo fusión con mezclas de comida japonesa, peruana y algunas variaciones de la cocina mexicana. Una amplia gama de cocktails, bebidas y vinos. Excelente servicio de Valet Parking, magnífica vista, hermosa terraza. Me gustó.

Hermoso restaurante con decoración de época ubicado dentro del Hotel Sofitel en el Casco Antiguo. Te sientes trasladado a los años de independencia y construcción del Canal de Panamá. Servicio de Vallet, amplio restaurante, personal atento, amable, cortés y servicio con esmero; aunque ese día por alguna razón que desconozco estaban algo descoordinados. Presentación de los platos impecable, amplia selección de vinos y bebidas. Los postres no me impresionaron. Me cuentan que el menú para almuerzos y cenas cambia, de manera que no deben guiarse con el menú publicado en esta red social.