Hemos ido muchas veces a Casa Urrutia y esta vez fue muy decepcionante. El atún marinado de entrante estaba bueno, pero el bacalao a la vizcaína y el mero de platos principales, parecían de la sección de platos preparados del supermercado. A lo anterior añadimos 4 copas de vino de la casa, un postre y dos digestivos. $135 incluido 10% de propina, me parece carísimo. Muy buen servicio por parte de los meseros.

Como siempre, GENIAL. Los 4 platos principales que pedimos, estaban en su punto y muy bien elaborados y presentados. El personal siempre atento a las necesidades de los clientes. Ambiente muy acogedor.

Pedimos unas tapas y paella. Todo muy bueno, pero las cantidades eran muy justas. El local estaba full y los meseros por mas que corrían, no podían atender correctamente. El aire acondicionado no funcionaba bien, aunque parece que era un problema puntual. Repetiremos seguro por la buena comida.

La comida muy bien preparada. Todo lo que pedimos estaba muy bueno. Los meseros no saben aconsejar y no dan opciones. El servicio fue muy lento. 50 minutos para el primer platillo de entradas es mucho. Hubiéramos pedido algo más, pero no lo hicimos por no esperar tanto. Estuvimos el día de los Mártires y estaba full de gente, con las mesas demasiado cerca unas de otras.

Fuimos seis personas y todos los cortes de carne que pedimos estaban buenísimos. Estuvimos muy agusto en la terraza (nos pareció que dentro hacía mucho frío). Tan sólo decir que el servicio fué algo lento, pero todo bien en general. Volveremos seguro.

El cocido estaba bueno. Para algunos sólo estaba algo soso y le faltaba la morcilla. Fuimos en día de juego y era imposible entenderse con los amigos por el ruido tan enorme. Realmente molesto. Y tampoco se veía tanta gente interesada por el juego. Al local le falta acondicionarlo en ese sentido. Salvo por la propietaria, el servicio fue muy malo. Ningun camarero nos atendía y todo había que pedirlo varias veces.

Es de los clásicos de Panamá. Muy especializado en carnes, siempre están en el punto que las pides. El local está siempre muy agradable tanto en el salón como en la terraza. Para mí sólo falla en el servicio. Muchos camareros pero poco atentos a las necesidades del cliente.

Siempre rozando la excelencia en todos los sentidos. Cualquier plato que pidas está perfectamente elaborado y si se te ocurre un plato que no está en la carta te lo hacen. Desde el maitre hasta el último camarero dan siempre un servicio excepcional.

Almorzamos en el local interior, que nos pareció espacioso pero algo vacío en cuanto a decoración. La terraza exterior debe estar muy agradable para cenas. La comida muy buena. Pedimos pulpo al carbón y almejas de entrantes, para pasar a unas carnes muy bien cocinadas. El personal fue muy amable, aunque poco atentos a las necesidades de los comensales.

Fuimos 4 y ninguno quedamos descontento. Todo muy bien preparado y en su punto de cocción. Ambiente agradable y tranquilo. Volveremos seguro aunque resulta un poquito caro.