Nos atendieron super bien, la comida no demoró casi nada en llegar, y los platos estaban bastante bien. Fuimos 8 personas y pedimos alrededor de 9-10 platos, incluyendo una sopa. Reservamos una sala VIP, que tenía una mesa de mahjiang que podíamos utilizar.

Me encantó el ambiente con música en vivo. La atención fue excelente. La comida bastante normal, nada sorprendente en sabor. Ah, la hamburguesa que tiene todo un show. También es importante mencionar que no tienen mucho cuidado con los términos de las carnes, pedí término medio y me trajeron una toda cocida. Un inconveniente es que no tienen valet parking y tampoco muchos estacionamientos, por lo que nos tocó bloquear a dos carros y pues como los señores se iban antes que nosotros tuvimos que salir a mover el carro en medio de la comida.

El establecimiento es pequeño, la atención estuvo bien. Los platos y las bebedias que pedimos estuvieron muy ricos, acorde al término que se pidió.

El lugar es pequeño. Pedimos para llevar. Recomiendo los chongfun. Las costillitas y el hakao también estuvieron bien. Las patitas no me gustaron, no tenían nada de picante; los siumai tampoco, no se sentían frescos.

Es la primera vez que visito este restaurante, y el ambiente es muy bonito y elegante, aunque las escaleras para llegar están algo... ¿espeluznante?. La atención 7/10, la razón es porque, para mí, en un restaurante de este tipo, es que me ofrezcan algo para beber (empezando por agua), lo que no pasó en ningún momento, hasta que lo pedimos. Las tostadas de atún estaban riquísimas, las super recomiendo, lo nachos estivieron bien y el pollo al tamarindo también. Pero al resto de la comida le doy un 5/10: pedí una entraña término medio y me la trajeron toda cocida y super salada; el cóctel de langostinos estuvo insípido; los tacos demasiados salados; el ceviche demasiado simple.

Me encanta el ambiente, luces tenues. Atención 10/10 y la comida estaba buena. Pedimos un tiradito y un ceviche y ambos me parecieron que estaban un poco pasados en sal. El resto de la comida muy rica: ribeye, los rollos, el tartar, todo eso estaban muy chéveres.

La vista es hermosa en este sitio, pero hablar de la comida es otro tema. La entradas que pedimos, estaban bien. Esta es la segunda vez que voy, y sigue sin parecerme rica la comida. La hamburguesa estaba un poco pasada de sal. El servicio fue bueno.

La atención aquí siempre es excelente. Lo que pedimos estuvo todo rico. Ah, y nos dieron para probar (de cortesía) un nuevo ceviche que estarán incorporando en el menú.

Tenía muchísimo tiempo sin volver a este restaurante. La atención es excelente y el ambiente también. No tengo queja de las entradas ni de los rollos, todo lo que pedimos en esas dos categorías estuvieron riquísimos; mi único comentario no tan positivo es sobre la carne, que en esta ocasión pedimos un Mignon, y siento que estaba demasiado simple.

Me encanta este lugar. Todo lo que pedimos estaba muy rico (las porciones son pequeñas), y la atención 20/10. ¡Definitivamente recomendado!