El servicio es excelente. Son muy atentos. Los términos de las carnes son como los pides. El Chivito es un plato que hay que probarlo y la colita de cuadril es un corte suave y muy gustoso. Todo es a las brasas y tiene un ambiente rústico, pero acogedor. La cerveza alemana de barril es fuerte, pero me gustó. El vino tannat acompaña bien con las carnes. El choripan, adictivo. Muy recomendado.

Es un lugar para almuerzos informales, entre amigos. Las pizzas están bien. Tienen un menú variado. Confort food, comida casera.

He tenido el placer de ir en varias ocasiones y en varios momentos del día. La tarde de té es mi momento favorito. Los macarons, los crépes, las infusiones, todo es perfecto. Al momento de la hora del té cambian las vajillas y cada detalle es espectacular. Desayunos son deliciosos también. Hermoso lugar para ir entre amigas.

Soy una fan de este restaurante. He ido tantas veces y no me canso de la comida. Mi plato favorito es un estofado de cordero al curry, arroz basmati y por su puesto para acompaniar un mango lassi. Soy adicta al mango lassi! Es una delicia! Y las samosas son de muerte!! Un lugar para ir con amigos o familia, solo a quienes les gusten el picante (aunque se les puede pedir con menos picante) y 0 estres! Muy sencillo y diferente. Ambientado con musica y videos indios muy entretenidos! El chef es muy buena gente y el servicio no esta mal!

Es un lugar muy original, el ambiente tanto en la terraza como adentro es muy acogedor. La comida es muy buena. La frescura se nota, se siente y saborea. Pedimos puras entradas entre ellas eran humus, zadziki, falafely para tomar limonada en agua de rosas (deliciosa) y jallab, una bebida a base de datiles y pasas, el cual el camarero no supo explicar cuando lo pedi, y dijo que era como jugo de tamarindo (solo en el color caramelo, porque el sabor es distinto). Les recomiendo los postres arabes que estan el menu principal y el te arabe para acompaniarlo. El servicio lentisimo, al menos cuando no esta el chef ahi pendiente.Los waiters no son muy atentos y no conocen el menu, al menos el que me atendio.Por lo demas se los recomiendo!

Bueno degustadores, la verdad que este restaurante es un clásico para mí, no tanto por la comida, sino por los tragos. Lo recomiendo para antes de irse para una rumba porque el ambiente te deja con ganas de más. La música riquísima, y mi predilecto "Coco Beach", un trago espectacular, con un simple sabor a coco, es un MUST! Mi plato de siempre, el salmón en salsa de piña colada acompañado de un "risotto" (más bien parece un guacho, no está al dente) de guandú y coco, que la verdad me quedé con ganas del guandú porque no lo ví. En otra ocasión que fuí, pedí el Octo Roll, que me pareció que no estaba muy fresco. Debo sí decir una crítica del lugar, y es que se ve medio desprolijo en cuanto a las sillas, ya que al ser blancas y de tela tienden a ensuciarse. Mi recomendación para la gerencia es que le den mantenimiento al furniture porque es un lindo lugar y es una pena que estos detalles no les pongan atención. Algunos colchones están hasta quemados por cigarrillo... La atención dentro de todo es muy buena. Y bueno, se los recomiendo para tomarse unos traguitos, ya que la comida no es su fuerte...

Bien degustadores, tuve la oportunidad de ir con mi esposo, uruguayo, que mataba por ir pues se lo habian recomendado, además como buen rioplatense mata por la parrilla. Nos trajeron un pan campesino tostado a la parrilla. Era masa de baguette en forma de bollo, muy rico. Pedimos entonces de entrada unos chorizos, por cierto deliciosos y más con el chimichurri que le da el toque final. Para acompañar nuestro menú, pedimos media jarra de sangría que fue perfecto con nuestra comida. La ensalada no se las recomiendo... ¡PARA NADA! Bueno la entraña que pedí, a término medio, estaba muy buena, suave, pero le faltó sabor. Deberían dejarle algo mas de grasita (ese es el secreto de una buena parrilla). Mi esposo por su parte pidió una colita de cuadril, la cual sí tenía más sabor. El servicio estuvo más o menos, como la mayoría de los restaurantes de Panamá, nada especial. En cuanto a ambiente, un tango de fondo no estaría mal. Nos fuimos agridulces, con ganas de volver por la carne, pero para la próxima obviamos los vegetales. ¿Si lo recomedaría?... la verdad se lo dejo a ustedes. Comme si, comme ça.

Fui a cenar con unas amigas y desde el valet parking pude apreciar el buen servicio que me esperaba en este sitio. En la entrada la maitre nos recibió con una sonrisa y el waiter nos atendió de maravilla. Puedo decir también que los precios son accesibles y el ambiente es espectacular. La música tiene buen volumen para conversar y la vista la horno a leña me dio una pista que la comida iba a estar muy buena (nada como el sabor que da la madera). De tomar pedí un caipirinha de fresa, deliciosa (he sabido que los cocktails ahí están de muerte), algo fuerte pero muy rica, en su punto. Después nos sorprendieron con unos pancitos calientitos, deliciosos, mientras esperánamos la comida. Una de mis amigas pidió una ensalada muy rica de pera, con aderezo de fresa, lleva lechuga y queso de cabra. Yo por mi parte me fui por el plato fuerte, una hamburguesa de salmón, bastante buena, pero si van les recomiendo el risotto de vegetales, que me dolió no haberlo pedido porque estaba buenísimo y según mi otra amiga, las albóndigas de carne angus estaban deliciosas. En fin fue una salida muy agradable y una recomendación para todos ustedes...

Es la segunda vez que voy, aunque me prometi que nunca más volvería, pero tuve que ir de todas formas. Mis dos experiencias en ese sitio han sido casi insultantes. Esta vez había pedido unos tacos, los cuales pedí en tortilla de maíz crujiente. Cuando me lo traen, eran de harina y blandos porque "no habían" los que pedí. ¿Por qué de un principio no me dijeron eso? Además, me vino un pedazo de queso sin rayar... Es la ODA a la pereza señores. Estuvo sin sabor, recalentado a microondas, osea, fue una experiencia INOLVIDABLE. El servicio fue de LO PEOR!!! Nunca me han tratado así en un restaurante, como si le debiera un favor. No sé como la gente sigue yendo a ese lugar y cómo se ha expandido. Tengan un poco de amor propio y NO VAYAN!

Es definitivamente un lugar muy acogedor, el toque rustico de la madera y las botellas de vino coo decoración le dan un toque muy especial. Excelente lugar para cenas romanticas, o para conversar entre amigos. La musica es muy buena, por lo general, las veces que he ido, es en vivo. Siempre que voy pido la pizza quattro fromaggi, muy buena por cierto, tiene piso y el sabor de los quesos es intenso y muy agradable. Pero esta vez pedí el spaguetti a la bolognesa, y la salsa estuvo muy equilibrada, el parmesano recién rayado le da el toque final. El maitre está muy pendiente de los platos y te atiende muy bien al llegar. Aunque debo decir que el servicio estuvo algo lento. Les recomiendo la extensa carta de vinos, mi favorito, un Tannat de la casa Pisano, uruguayo, muy bueno que no he visto en otros restaurantes.